En la India viven más de 1.250 millones de personas. 600 millones de ellas no tienen lavabo, deben defecar al aire libre.
En un artículo publicado por el economista Bjorn Lomborg en el India Times, uno de los periódicos locales de mayor circulación, asegura además que 750 no cuentan con ningún acceso a fuente de agua potable.
“Cada día 136 millones de habitantes de la ciudad pasan más de 40 minutos cada día en busca de agua y más de 600 millones, en las zonas rurales, utilizan más de una hora para ir a buscar el agua”, asegura el autor.
Si bien en todo el mundo la situación ha cambiado para mejor, es decir que millones de personas cuentan con saneamiento básico o acceso al agua, los recursos no son infinitos y hay que utilizarlos de la forma más óptima posible.
Por lo pronto, el primer ministro indio, Rarindra Modi, señaló que dentro de 10 años habrá saneamiento básico para todos en su país.
¿Por qué debemos priorizar el agua potable y el saneamiento?, se pregunta Lomborg.
Explica que hay una serie de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua que pueden ser reducidas: la diarrea, el cólera y una gama de infecciones virales. ¿De qué manera? Se pueden instalar pozos de agua o incluso sistemas para recoger agua de la lluvia.
Una salida hacia un mejor saneamiento es instalando en las zonas rurales letrinas compartidas o baños comunes; en el área urbana, pozos sépticos.
“Esto ayudaría a cambiar la vida a la mitad de la población del mundo, beneficiando a los más pobres. El argumento económico es tan fuerte como el moral”, finaliza el autor.
Foto: Juan Díaz / Global Humanitaria