Revista En Femenino

8 de marzo. Todavía hay razones

Publicado el 11 marzo 2011 por Daniela @lasdiosas

8 de marzo. Todavía hay razones

Otro año, un nuevo 8 de marzo, nuevas felicitaciones por el día de la mujer, de amigos, amigas, de algunos centros comerciales, bancos, tiendas de cosméticos, hasta ofertas de liposucción y dietas para bajar de peso, en un esfuerzo permanente y consistente para vaciar de significado este día y meterlo por el embudo comercial.

Un nuevo 8 de marzo en Lima en que otra vez algunas mujeres y algunos hombres, sobre todo jóvenes, salimos a las calles a recordar las razones por las que aún esta conmemoración es importante, aunque para muchos no tiene sentido y señalan que si hay un día de la mujer, debería haber un día del hombre, como si se tratara de una cuestión de competencia y no de evidenciar las razones por las que es necesario cada año recordar lo que está sucediendo con las mujeres en el país, sin negar por supuesto los avances que se han dado. Hay que recordar que los avances que hemos tenido a lo largo de la historia se deben a las luchas de las antecesoras, que murieron, que fueron quemadas por los nuevos inquisidores, perseguidas por los nuevos cruzados, que resistiendo a las múltiples represiones y formas de opresión ganaron calles y plazas para levantar sus voces en nombre de todas, para posibilitar que algunas de nosotras, las de ahora, podamos gozar de más derechos.

Sin embargo, existen miles de razones aún en el mundo y en nuestro país para conmemorar este día, que llevan con seguridad intrínsecas otras múltiples razones que dan cuenta de que muchas de las problemáticas que se viven en el país no nos afectan de la misma manera a hombres y mujeres, en la mayoría de ocasiones nos afectan más a las mujeres y algunas que nos afectan sólo a nosotras.

Señala el informe de Adjuntía de la Defensoría del Pueblo sobre el cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades de hombres y mujeres (2010) que “de acuerdo a las cifras oficiales en los ámbitos nacional y regional del INEI, las principales afectaciones a los derechos de la mujer que dificultan el logro de igualdad de oportunidades constituyen la alta tasa de mortalidad materna, los casos de violencia contra la mujer, las tasas de analfabetismo, la diferente participación de mujeres y hombres en la actividad económica, la brecha salarial, entre otras.” (1)

Y es que, como lo señala el mismo informe, aún hay 103 mujeres peruanas que mueren por cada cien mil nacimientos, y aún entre un 37 y un 54% de mujeres en las diferentes regiones han sido víctimas de violencia física por parte del esposo, novio o conviviente. En Apurímac, Pasco y Cusco, sobrepasan el 50%. Hay que mencionar que estas cifras se están refiriendo sólo a la violencia física en la pareja, violencia que es aún tolerada, en ocasiones incitada por la sociedad, incluso por las propias mujeres. “Primero eran patadas, lapos… yo también no me dejaba. Ya cuando no había como… la cólera ya era mucha, él buscaba el cuchillo. Yo lo escondía el cuchillo. La mamá de él decía ¡mátala!” (2), relata una víctima de violencia doméstica, expresando de manera descarnada cómo las mujeres podemos tener “ponzoña en el corazón para las de su mismo género”, como dice Gioconda Belli.

Y la violencia que sufrimos las mujeres en la calle, las agresiones en los micros, en el taxi, ¿a cuánto se elevarán los porcentajes? Y la violencia que sufren las mujeres indígenas que son discriminadas por ser mujeres y por ser indígenas, y que tuvo su más evidente y cruel expresión en las más de 330 mil mujeres, la mayoría indígenas, esterilizadas forzosamente en el gobierno de Fujimori, y que hace que las mujeres indígenas organizadas en la ONAMIAP le pregunten a su hija ahora candidata: Keiko, cómo mujer y madre ¿qué opina de las esterilizaciones forzadas? (3)

Y mientras las mujeres siguen muriendo o exigiendo justicia por la violación a sus derechos, hay candidaturas que presentan como principal propuesta de campaña NO AL ABORTO, y se sigue desde la iglesia y algunos sectores pretendiendo que incluso se derogue el aborto terapéutico, o que los candidatos se pronuncien sobre el tema “para que los peruanos sepan por quien votar el 10 de abril”, como señaló recientemente el Arzobispo de Lima.

Un punto trascendental para alcanzar la igualdad de oportunidades es la educación. Esto significa que las mujeres tengan la oportunidad no sólo de saber leer y escribir, sino de acceder a niveles educativos más altos, adecuados y pertinentes culturalmente. Sin embargo, si bien es cierto en relación a unos años atrás el analfabetismo femenino se ha reducido, aún encontramos que sigue siendo una problemática que tiene más rostro de mujer, y de mujer indígena. Los departamentos con mayor índice de analfabetismo femenino son Apurímac, en el cual alcanza un 32,2 %, Huancavelica 30% y Ayacucho 26,6%. Si hacemos el ejercicio de cruzar estos porcentajes con la lengua predominante en la zona, pues podremos visualizar claramente que quienes hablan el quechua u otra lengua indígena son las que tienen los más altos índices de analfabetismo y menores oportunidades educativas.

Señala el boletín Otra Mirada que “de las 5 organizaciones políticas que obtendrían una representación congresal, sólo Gana Perú y Solidaridad Nacional plantean políticas y acciones en fomento de la equidad de género.” (4) Aunque hay algunos candidatos que tienen propuestas para las mujeres, según se puede leer en sus publicidades, algunas bastante confusas, como la de uno cuyo slogan es “Mujeres construyendo, mejores sueldos recibiendo” en un intento de fallida poesía. No sabemos bien que quiere decir este candidato y qué debemos construir las mujeres para recibir mejores sueldos, pero lo que sí sabemos es que la brecha salarial entre hombres y mujeres existe. Así, por ejemplo, según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, en el Perú la brecha salarial por género, considerando el mismo nivel de estudio y la edad, llega al 19,4%, y por etnicidad llega a un 21%, considerando el mismo género, la edad y el nivel de educación. (5)

“No hay justicia nada, no escuchamos justicia,” (6) dice Georgina Gamboa, reclamando justicia en nombre de las mujeres. Ella, siendo menor de edad fue detenida en Vilcashuamán en diciembre de 1980, acusada de ser cómplice de un asesinato cometido por Sendero Luminoso, y salvajemente violada por siete policías, quedando embarazada. Fue liberada, enterándose muchos años después, según señala su abogado, que los policías que la violaron pasaron por un juicio y fueron absueltos. Ella es una más de los miles de mujeres que fueron parte del campo de batalla en el conflicto armado interno que vivió el país durante 20 años y que exigen justicia y reparación, que luego de tantos años les sigue siendo negada.

“Estas chicas son bien honestas, honestísimas, por eso yo las he preferido a ellas,”(7) le dice a un periodista una mujer que regenta un bar donde adolescentes desde los 15 años son prostituidas. Traidas de la selva a la gran Lima, con falsas promesas de empleo en tiendas o en el servicio doméstico, ellas son obligadas a acompañar a los clientes para que tomen más cervezas y a ofrecerles servicios sexuales, sin poder negarse. Miles y miles de niñas y adolescentes verán sus vidas destruidas al tener que vivir esta experiencia de las que quizá nunca se recuperen. “Yo siempre las he recogido porque son mis paisanas, les doy un buen trato, nunca les permito estar borrachas” dice la mujer como si esto la excusara de su delito y evidenciando, cabe señalar, que no le son extrañas, sino que son parte del círculo más cercano, hijas del abandono de padres o madres, hijas de la pobreza que produce el abandono del Estado.

Llueve en la selva y en la sierra, se desbordan ríos, se malogran las cosechas, lo mismo de todos los años, sin que de den políticas de prevención. Serán las mujeres que tendrán que asumir el mayor costo de los desastres, buscar como alimentar la familia, buscar la leña y el agua a cada vez mayores distancias, allá en las comunidades alejadas, las que no se nombran, a las que en campaña no se hace mucha referencia, las que parecen invisibles, mientras los esposos si tienen suerte consiguen trabajo fuera de las comunidades.

Son muchas razones que todavía tenemos para salir a las calles el 8 de marzo, que es también un día de encuentros con la diversidad de mujeres, un día para decirle a mundo que pese a las distancias hay lazos que nos unen a las mujeres en diferentes puntos del planeta como la exigencia de derechos, la resistencia, y también la alegría. Y es que mientras no podamos afirmar con contundencia que hombres y mujeres gozamos de los mismos derechos, de las mismas oportunidades, conmemorar el 8 de marzo sigue siendo necesario.

Por Rosa Montalvo Reinoso

Rosa Montalvo Reinoso

La Ciudad de las Diosas

Noticias Ser Perú

Notas:

(1) Defensoría del Pueblo, Cuarto Reporte de la Defensoría del Pueblo sobre el cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (2010). Supervisión de los presupuestos de los Gobiernos Regionales, Serie Informes de Adjuntía- Informe N° 001 -2011-DP/ADM, Lima, 2011.

(2) Rosa Montalvo y Lorena Prieto, Entre silencios, palabras que matan y rutas truncadas: Violencia hacia la mujer en el ámbito familiar en dos distritos rurales de la provincia de Chota – Cajamarca, Consorcio PROJUR, Cajamarca, 2006.

(3) http://onamiap.blogspot.com/2011/02/keiko-como-mujer-y-madre-que-opina-d...

(4) “La mujer casi ausente en el debate electoral”, Otra Mirada, 8 de marzo del 2011.http://www.otramirada.pe/la-mujer-casi-ausente-en-el-debate-electoral

(5) “La mujer casi ausente en el debate electoral”, Otra Mirada, 8 de marzo del 2011.http://www.otramirada.pe/la-mujer-casi-ausente-en-el-debate-electoral

(6) Juan Pablo Natal, Hugo Ñopo y Natalia Zinder, New Century, Old Disparities: Gender and Ethnic Wage Gaps en Latin America, BID; 2009. Resumen de los hallazgos enhttp://www.iadb.org/NEWS/detail.cfm?language=SP&id=5678

(7) “Reparaciones integrales y justicia para víctimas de violencia sexual en el Perú”, Conferencia de prensa, 3 de marzo del 2011. http://www.youtube.com/watch?v=jh9Qm6gOvW4

(7) Panorama, Reportaje “Tráfico de personas en el Perú”, Panamericana TV, 6 de marzo del 2011. http://www.youtube.com/watch?v=hALgfIYmVOQ&feature=player_embedded#at=396

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