Por Gabriel Díaz, responsable de publicaciones de Global Humanitaria.
“La imagen internacional de la India está comúnmente vinculada a sus resultados económicos. Y de hecho se ha agrupado con China, Rusia y Brasil como una de las economías emergentes en un bloque conocido como BRIC. Sin embargo, una encuesta realizada por la Fundación Thomson Reuters expresa que la India es el cuarto lugar más peligroso del mundo para las mujeres, independientemente de la clase, la casta o la religión a la que pertenezcan (según este estudio, el primer lugar lo ocupa Afganistán)”, escribía recientemente en nuestro blog Uttara Ray, técnica de nuestra contraparte en la India.
Precisamente, la grave situación de las niñas y mujeres de la India es mencionada por muchos analistas como uno de los desafíos del próximo gobierno del país asiático. En estos días, más de 800 millones de personas votan a sus gobernantes, en una elección que comenzó la primera semana de abril y concluirá el 12 de mayo. Hasta el momento, las encuestas dan como favorito al conservador Narendra Modi, pero sin que se le pronostique una mayoría sólida. “La campaña estuvo dominada por los problemas de corrupción y la alta inflación”, señala un artículo de la agencia BBC.
La zona de intervención de nuestra ong, Bengala Occidental es un fiel reflejo de los datos presentados por el portal Rural Poverty, que indican que más de 231 millones de campesinos indios viven en condiciones de pobreza crónica, como consecuencia de la emigración de hacia las grandes ciudades, la degradación ambiental, los desastres naturales o la falta de acceso a recursos naturales. La India tiene alrededor de 1.134 millones de habitantes de los cuales casi el 70% vive en el campo.
Veamos algunos datos relacionados con la infancia citados por UNICEF: Los niños de la India siguen perdiendo la vida a causa de enfermedades que se pueden evitar con una vacuna, como el sarampión, que sigue siendo la principal causa de mortalidad. Las enfermedades diarreicas son la segunda de las principales causas de defunción en la infancia, después de las infecciones de las vías respiratorias. Las prácticas poco higiénicas y el agua de beber contaminada son algunas de las causas principales. Con alrededor de 12,6 millones de niños y niñas que practican ocupaciones peligrosas, en la India se registra el mayor número de niños y niñas trabajadores menores de 14 años del mundo.
“La tolerancia (en la India) no se ha traducido en la igualdad real de clases. Sigue existiendo una importante discriminación ante comunidades como los dalits o adivasis, una preocupante malnutrición infantil y una gran carencia de alfabetización en las clases bajas (…) De India seguimos teniendo una imagen de pacifismo y de espiritualidad que no se corresponde totalmente con la sociedad india actual. Occidente sigue siendo, en gran medida para India, cuna del colonialismo y de la arrogancia. E India y España no se conocen adecuadamente”, dijo a Global el exembajador español en la India, Ion de la Riva.
Imagen: Juan Díaz/Global Humanitaria