9 Cosas que No Sabemos Hacer Cuando Viajamos

Así como es usual hacer posts que digan 10 lugares que debes visitar, o 10 actividades que no puedes perderte, o 10 cosas que esto y que el otro. Pues ahora toca el turno de contarles algo opuesto, algo que por alguna u otra razón no hablamos mucho de ello, y no por vergüenza o que tenga algo de malo, digamos que simplemente pasa medio desapercibido.

No todo es sentarse y relajarse durante los viajes, a veces hay cosas que uno omite mencionar , sin querer o a propósito.

Nuestra amiga Karla del blog Traveling Feet nos hizo el reto de escribir esas 9 cosas que no sabemos hacer cuando viajamos. A ver con cuales de ellas te puedes identificar también tú.

No sabemos dormir temprano la noche anterior al viaje

Por alguna razón, pareciera que lo hacemos a propósito. Siempre decimos que dormiremos temprano para ir fresquesitos al día siguiente, sobre todo si hay que partir temprano, pero todo sale al revés y terminamos durmiéndonos más tarde que de costumbre. A veces nos ha tocado tomar un vuelo con sólo 1 o 2 horas de sueño y ahí andamos viajando con cara de zombies.

No sabemos cumplir con el presupuesto pactado

Tal y como se oye, y como te has de imaginar, generalmente nos vamos por arriba de lo presupuestado. Eso de llevar tarjeta de crédito para las “emergencias” siempre se termina usando para otras cosillas no tan urgentes.

No sabemos estar sin conexión a internet por más de 48 hrs

Aeropuerto, hotel, restaurante, calles, parques, el wifi gratuito debería ser decreto gratuito en todas partes :)

A las 24 hrs ya se siente como si uno empezara a convulsionar, pero ya a las 48 la cosa se pone crítica jeje. Por más que lo intentemos, ya estamos más que sumergidos en la vida conectada a la red, y el estar sin ella tanto tiempo es una sensación como si nos faltara el aire.

No sabemos regatear

Ni para ir a la esquina podríamos negociar un acuerdo posiblemente jeje

Así como muchos tienen el don del regateo y pueden comprar cosas a mitad de precio en cualquier lado, nosotros somos malísimos para el regateo, casi casi le ofrecemos más al que le estamos comprando, bueno no tanto, pero así de malos somos para esto.

No sabemos dormir en el avión/tren/barco/autobus (clase turista)

Si todos los autobuses fueran así de cómodos, otra historia sería.

Hice referencia a clase turista, porque si el medio de transporte cuenta con camas o asientos casi totalmente reclinables, la cosa cambia. Pero si son asientos regulares de clase turista, nos es sumamente difícil poder conciliar el sueño, los trayectos largos se nos suelen hacer aún más largos, pero a veces eso es parte del mismo viaje, sobre todo si es en tren.

No sabemos “guardar la línea” cuando de comer fuera se trata

Como decimos en México, “somos de buen diente” y sería muy, pero muy raro que desaprovechemos la oportunidad de degustar comida de la buena, y en buenas cantidades. La comida del lugar a donde vamos, es uno de los motivos principales por los que nos decidimos a visitar dicho lugar.

Hay platillos y lugares que no solamente esta permitido comer de más, !de hecho está requerido hacerlo, yum!

No sabemos pedir “ride” (autostop)

Creo que primero caminamos, y caminamos, y caminamos varios kilómetros antes de pedir ride. Tiene mucho que ver el hecho de que en México desgraciadamente ya no se puede confiar en cualquiera, así que por el momento dudo mucho que hagamos uso de esta forma de transporte.

No sabemos mesurarnos a la hora de tomar fotos

Casi todo nos parece digno de ser fotografiado, !ah que lindas palomitas parisinas!

Así sea un fin de semana o un día de paseo, siempre nos las arreglamos para regresar con al menos 300 fotografías. Lo bueno es que ya todo es digital, sino, vaya que nos saldría caro el asunto.

No sabemos andar en moto

Nuestro primer intento estuvo algo accidentado, a ver cuando nos damos una segunda oportunidad.

Nunca habíamos andado en moto, y cuando lo intentamos hacer en Ko Samui (Tailandia) el año pasado, ¡sákatelas! No le echaremos la culpa totalmente al hecho de que allá se maneja del lado izquierdo, pero también influyó en el percance. El susto nos ha durado un rato, pero ya llegará el momento en que al fin le aprendamos.

Si te identificaste con algunos de los puntos que mencionamos, o nos quisieras compartir alguno tuyo, te invitamos a que lo hagas en la sección de comentarios abajo o por Twitter o Facebook.

Y como esto es una cadena, que Karla nos hizo el favor de nominarnos, ahora nos toca el turno de hacer que la cadena no se rompa.

Por ello queremos que Alejandra de Viajar Cueste lo que Cueste nos cuente sus 9 cosas que no sabe hacer cuando viaja; ¡cuando estés lista para contarnos Ale!