Revista Solidaridad

9ª Edición del Congreso LQDVI en Madrid: Alexia Vieira

Por María González Prieto @dibuperiodistas

“¿Os gusta sonreír por las mañanas?”, esa es la primera frase que ha pronunciado Alexia Vieira.

La primera ponencia, la de Alexia Vieira. Ella descubrió que quería dedicar su vida a ayudar a los niños que no tienen las mismas oportunidades que nosotros, con tan solo 18 años. Ella nos contaba que fue muy difícil hacerles entender, a los adultos de su entorno, que no se trataba de un simple capricho de niña adolescente. Era su sueño. Viajó hasta Honduras para, como muy bien ha dicho, abrir su mente y su corazón, porque necesitaba sentir. Esa experiencia resultó decisiva en su vida, y más tarde viajó a Mozambique, donde armada solo con una mochila y un motón de sueños, emprendió el camino por el país, ella sola. Hablaba con la gente, y estos terminaban invitándola a sus casa a comer algo caliente, e incluso a dormir… “Mozambique es un país amable, la gente te sonríe y tú les devuelves la sonrisa porque es imposible no hacerlo”, decía.

En un momento de flaqueza, escribió un email a su padre… (¡Ay los padres! ¿Qué haríamos sin ellos?). Le decía que no tenía fuerzas para continuar, y que quería volver a casa. Y su padre, sabiendo que, en realidad, no era eso lo que deseaba, le mandó, ella ha dicho que el mejor email que le han mandado en su vida, dándole los ánimos y el empujoncito que solo los padres saben darnos en el momento que más lo necesitamos, con las palabras exactas para conseguir que no desfallezcamos y abandonemos nuestros sueños.

Haga click para ver el pase de diapositivas.

Nos ha explicado que, como en todo, los comienzos con la Fundación Khanimambo en Xai-Xai, la ciudad en la que sintió que debía empezar a trabajar para ayudar a todos los niños, no fueron nada fáciles, los niños se asustaban de ella, simplemente por el color de su piel, pero que finalmente, “los niños han sabido romper las barreras de las razas con el amor”.

Y en relación con esto, estos días tras los atentados de París, vi una foto que circulaba por internet en la que aparecían un niño negrito y uno blanco acariciándose la cara. Y me paré a pensar, porque en la foto había escrita una frase que ponía algo como que nadie nace odiando al otro, que los niños no entienden de razas. Y me da rabia, que los padres o los entornos de esas “personas”, si se les puede llamar así a los que entraron en la sala de conciertos en París o a los restaurantes, les llevaran, o ellos de adultos se dejaran llevar, por la maldad y la crueldad que habita en el ser humano, para sembrar el terror en las personas… Es algo que no entiendo y nunca llegaré a entender. Porque no me cabe en la cabeza que un ser humano sea capaz de hacerle daño a otros. Llamadme loca…

Dicho esto, y volviendo a la charla de Alexia, quiero quedarme con varias frases que ha dicho:

La primera: “Cuando la vida te dice no, no intentes transformarlo. Si es no, es no. Y eso es porque hay otro camino”.

La segunda: “No hay que tener todo atado por alguna razón, a veces hay que dejarse llevar”. Esta creo que me va a venir muy bien, yo prometo que estoy trabajando en ello, ¿eh? Pero es que esto de ser tan cuadriculada para algunas cosas, no se cambia de un día para otro… Pero estoy en proceso de aprender a dejarme llevar…

La tercera: “Hay que caminar mucho, no podemos quedarnos quietos. Quietos no vemos nada, solo lo encontramos cuando nos movemos”. ¡Cuántas cosas nos perdemos por no salir de nuestra zona de confort…!

Y la cuarta: “Hay veces que no se necesita buscar razones, solo sentir las energías que te transmite el momento”. Qué importante es disfrutar de lo que vivimos, y del mundo que nos rodea, para poder sentir lo que nos transmite cada situación… Esta frase también me recuerda a una fotografía que vi en Facebook, en ella salía una multitud de gente ante unas vallas, en lo que parecía ser un gran acontecimiento, ya que todo el mundo estaba muy ocupado capturando el momento con sus teléfonos móviles y tabletas… pero entre toda esa masa de pantallas y brazos levantados, una adorable ancianita sonreía disfrutando del momento que estaba teniendo el placer de vivir. ¿Cuántas veces nos olvidamos de sentir, simplemente sentir, porque estamos muy ocupados haciendo la fotografía perfecta para poder subirla y presumir de ello en nuestras redes sociales? Absolutamente todos los días.

La ponencia de Alexia me ha removido un montón de cosas por dentro. Ver los vídeos que nos ha puesto de más de 350 niños que viven con ellos en Khanimambo, han hecho que no pudiera contener las lágrimas, pero no de pena, sino de emoción por ver lo felices que son, por el valor de Alexia al dejar todo lo que tenía aquí para establecer su vida con su marido y sus dos hijas allí, por entregar su vida de esa manera, para que todos los pequeños tengan una oportunidad como las que podemos tener nosotros.

Muchas gracias Alexia Vieira por tu experiencia de vida, de valor y de entusiasmo y entrega a los que no tienen las mismas cosas que nosotros.

Si queréis saber más sobre la Fundación Khanimambo, os dejo su página web www.fundacionkhanimambo.org y en la web de LQDVI podéis conocer más sobre Alexia Vieira.


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