Revista Ciencia
El espectáculo que contemplé ayer y que finalmente pude filmar, únicamente falta el momento en que me hacía entrega del regalo en forma de ratón, se asimila a las escenas que presenciamos en los documentales de National Geographic cuando un guepardo u otro felino salvaje juega con su presa hasta que ésta muere, en el mejor de los casos, por un mordisco certero en la yugular, cuando no, y este es el caso, de un ataque cardíaco por los continuos "sustos", digámoslo así, a los que les somete el cazador.
Como decía, falta el momento en el que Rafael, el macho alfa, se acerca a mi, maullando con gran escándalo, para hacerme entrega del trofeo que ha cazado para mi. Como comprenderéis, en ese momento de la sobremesa con mi manzana y mi rico café brasileño en la mesa, de lo que menos ganas tengo es de recibir un ratón como ofrenda. Y claro, tampoco tengo cámara ni se me ocurre ir a buscarla.
Se me ocurrió después, cuando Panchito, el gato más joven y protegido de Rafael, recibe el ratón, ese que era mi presente, y lo usa para sus alocados juegos de felino aprendiz, exactamente igual que actúan las crías de guepardo o de león.
Le filme unas cuantas veces en diferentes momentos y en diferentes lugares de mi residencia durante los juegos post mortem con el ratón.
Espero que les gusten esos vídeos como espero que también les agraden las otras filmaciones sobre distintos temas que presento en mi canal de youtube EuFaloEspanhol.