La agente inmobiliaria encargada de la venta ha revelado que esta casa ha despertado un interés inusitado, según podemos leer en Rolling Stone. Personalmente, yo la alquilaría para hacer la madre de todas las fiestas del rock con la firme intención de dejar en evidencia las carencias fiesteras de la gente de Jersey Shore. La celebración terminaría con la casa en llamas y todos alrededor cantando 'Thunder Road' cogidos de la mano. Así sí.

