Inmersión arriba, inmersión abajo, nuestra compañera Cris ha realizado la que es para ella, la número 100. Además a todo lo alto, en uno de los puntos de buceo más conocidos aquí en el Mar Rojo, el SS. Thistlegorm. Tras el salto, un pequeño resumen de lo que están siendo estos primeros días del viaje. Ayer tuvimos el placer de visitar este pecio por fuera, tanto bajo la luz del sol como en una nocturna mágica. La de hoy ha sido especial, nos hemos metido por todos y cada uno de los lugares posibles de este barco hundido cargado de vida. He salido del agua impresionado, pese a haber estado en él dos años atrás, al perder la máscara de buceo graduada y no tener lentillas en ese momento, no disfruté de las últimas inmersiones, y poder ver al detalle me ha parecido una de las mejores experiencias que el buceo me puede ofrecer. Sin ninguna duda, tenemos que volver en un futuro (espero que no muy lejano) a disfrutar de momentos como estos, en el cual la desconexión con la rutina es total.
La semana está pasando súper rápido, pero los días se nos hacen largos. Madrugamos mucho, incluso diría que vamos con el sol. Junto a Cris y Isaac, formamos un pequeño grupo de buceo y nos lo estamos pasando genial.
No he realizado ningún resumen diario porque el internet no da para más (si para el whatsapp, pero no para estar navegando por internet así que preferimos ir colgando fotillos en Facebook e instagram.
Mañana nos espera el parque nacional de Ras Mohamed, si el internet nos lo permite, os traeremos detalles, y ya a la vuelta en España, os resumiremos inmersión a inmersión, nuestro día a día aquí en el Rojo.