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A Prayer Before Dawn, buscando la redención

Publicado el 17 octubre 2017 por Patrick Bateman @CinefiliasO
A Prayer Before Dawn, buscando la redención
El realizador, guionista y productor francés Jean-Stéphane Sauvaire comenzó su andadura como asistente de dirección en 1992. Más tarde, en 1998, trabajó junto a Gaspar Noé (Irreversible) en el film Seul Contre Tous. Pero no fue hasta 2004, cuando éste presentó su primer largometraje, Carlitos Medellin, seguidas por Johnny Mad Dog y Punk, 2008 y 2012, respectivamente.
A Prayer Before Dawn es su cuarta película como director, que ha formado parte de la programación de la 50ª edición del Festival de Sitges, tras su paso por Cannes. La película se basa en las memorias de Billy Moore, ex-boxeador que durante tres años estuvo recluido en una prisión de Tailandia después de ser detenido por posesión de drogas.
Las memorias de idéntico título, han sido best-seller internacional. El guión adaptado por Jonathan Hirschbein y Nick Saltrese, es esquemático y de poco impacto emocional. Tarea que debería ser de obligada concepción en cualquier historia de superación y redención como es A Prayer Before Dawn.
A Prayer Before Dawn, buscando la redención
Una vez en prisión, Billy se verá rápidamente enfrentado a la violencia de las bandas criminales hasta que solo le quedan dos opciones: morir o sobrevivir. Billy se convertirá en un aprendiz del letal arte del boxeo tailandés Muay Thai, y en el proceso, encontrará a un hermano que le guiará en un increíble viaje hacia la redención.
La mayor gracia de la película, por así decirlo, es que es la historia auténtica, o así lo aseguran. Pero fuera de esa connotación realista y fiel que plantea la película, no le veo mucho más en lo que se pueda sustentar la propuesta. La puesta en escena concuerda bastante bien con dicha autenticidad que promete la historia, en todo momento se muestra muy natural. Un punto a favor, pero insuficiente en el conjunto final.
Hay momentos en los que, la iluminación, los decorados y sus personajes, funcionan como lo haría un ‘documental’. El film, no cuenta con un gran diseño de producción. Y aunque, no lo parezca, realza esa sensación de credibilidad que he mencionado. Precisamente, la escueta escenificación, es lo que más juega a favor de la película.
A Prayer Before Dawn, buscando la redención
Sin embargo, tiene puntos negativos que estropean otros aspectos valorables. El repetitivo esquema y, sobre todo, la falta de empatía por parte del espectador hacia el personaje de Billy Moore, interpretado por Joe Cole (Green Room). Cole se muestra convincente pero, desgraciadamente, el actor no consigue que el espectador se ponga en la piel de su personaje, ni empatice de alguna manera con él o su trágica causa.
El mayor problema es que, como espectadores, no llegamos a identificarnos con su amarga estancia en una cárcel que es peor que el propio infierno. En cuanto a su duración, casi dos horas, no ayudan en absoluto a reforzar los aspectos positivos con los que cuenta la película. Personalmente, se me ha hecho demasiado larga y, por momentos, bastante aburrida. Principalmente, estas carencias son las que hacen que el conjunto se resienta.
A Prayer Before Dawn, buscando la redención
La película apuesta claramente por el drama combinando la supervivencia y la autodestrucción, podría haber dado más de lo que ofrece. Creo que faltan emociones que hagan rendirse al espectador ante una obra, que no me molesta admitir que lleva, sobre sí misma, ciertos logros técnicos. Pero la manida y repetitiva historia, consigue que la película pierda empaque argumental. Encuentro una falta de épica, que acaba llevando al espectador al desinterés desmesurado. Creo que A Prayer Before Dawn debería aprender de otras películas del ‘género’ de lucha, como por ejemplo, Rocky o Million Dollar Baby. Bajo mi punto de vista, Sauvaire ha desperdiciado una ocasión muy buena con este film al que no ha sabido sacarle punta.
A Prayer Before Dawn, buscando la redención

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