A trabajar, a Polonia

(Judit Calvo, 23/02/2012, www.laopiniodezamora.es)

Si en España no hay trabajo, hacer las maletas es la opción de muchos jóvenes, que buscan y aprovechan las oportunidades que se presentan ante ellos. Hasta Polonia han viajado dos zamoranas becadas por el programa europeo Leonardo Da Vinci, que ofrece prácticas laborales en empresas extranjeras de países de la Unión Europea a estudiantes y recién titulados. Sheila García y Carmen Barrero son las dos únicas zamoranas que participan en el proyecto, que se ha concedió a diez personas en Castilla y León. La experiencia les está gustando, motivo por el que han alargado su estancia en Breslavia de cuatro meses, a cinco. 

Zamoranas, tituladas, trabajadoras y aventureras. El perfil de Sheila García Cerviño y Carmen Barrero Martínez fue apto para conseguir una de las diez becas Leonardo Da Vinci que la Junta de Castilla y León ha promovido en la región, con dinero europeo, para ejercer un trabajo en un país de Europa.

Breslavia es la fría ciudad de Polonia que le ha hecho un hueco a las dos zamoranas, que llevan cuatro meses empleadas en negocios de su gremio profesional. En una empresa que elabora cursos de idiomas online y colaborando en un periódico local con reportajes y entrevistas está la periodista benaventana Sheila García, mientras que su compañera, licenciada en Psicopedagogía, realiza prácticas de musicoterapia en autismo en una escuela pública de niños con esta dolencia.

La experiencia, «supera lo que pensábamos que nos íbamos a encontrar», reconocen las zamoranas, que aseguran que «en el trabajo nos sentimos como un miembro más».

A pesar de que tanto las condiciones como el medio es favorable, ambas reconocen la importancia de los idiomas a la hora de quedarse desempeñando un trabajo, aunque en enseñanza de idiomas «el español está muy valorado», aseguran.

«En el área educación, por ejemplo, necesitas polaco, en letras en general es necesario el inglés, y en las ingenierías también inglés y a veces polaco», señalan las jóvenes, que destacan como las mejores oportunidades de trabajo las multinacionales como HP o IBM».

La beca cubre el vuelo de ida y vuelta al país de destino, así como el alojamiento, «y nos dan dinero para la comida, gastos que cubrimos perfectamente, aunque es una ciudad muy cosmopolita, de estilo europeo y con mucho ambiente por el centro», explican. De su arquitectura destacan las grandes avenidas, las casas de colores y los edificios históricos, «aunque la mayoría son reconstrucciones tras la II Guerra Mundial».

Aunque las jóvenes echan de menos a la familia y a los amigos, han alargado la beca un mes, y estarán hasta finales de marzo en Polonia. «De hecho ellos mismos nos animan a seguir aquí dada la situación laboral que hay ahora en España», se pronuncian. En cuanto a la comida, aunque aseguran que «aquí hay muchas variedades de quesos de mucha calidad, nunca tanto como el zamorano», reconocen.

El programa de becas Leonardo Da Vinci, junto con los programas Comenius, Erasmus y Grundtvig, forma parte del Programa de Aprendizaje Permanente de la Unión Europea. Su objetivo principal es ofrecer ayudas para el aprendizaje y la enseñanza de los becarios Leonardo Da Vinci, así como su formación profesional y sus conocimientos de otros idiomas.

La beca de movilidad se pone en marcha para facilitar una experiencia laboral en prácticas en un país extranjero a los estudiantes de ciclos formativos de Grado Medio que no hayan desempeñado un trabajo y a los recién titulados universitarios y en FP.

Una oportunidad para conocer culturas, personas, idiomas y otras formas de trabajar, que las zamoranas están aprovechando al máximo, ya que hasta se han integrado en la vida del país conviviendo en un piso de alquiler con dos polacos, «con los que nos llevamos muy bien, no podemos pedir más», se pronuncian, «satisfechas» por el trabajo desempeñado, aunque apenadas porque tiene fecha de caducidad.