
La última vez que lo vi al Flaco, fue a mediados del año 2008, en el Aeroparque, yo llegaba de Chapelco, él esperaba el arribo de su hija, Cata. Cuando pasé a su lado, le dije "no te mueras nunca, Flaco". Él juntó sus manos y me hizo un gesto reverencial. No es joda.
Dejo un viejo post Una noche con el Flaco Spinetta. Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".