“Necesito un abrazo”, frase que puedes haber pronunciado en más de una ocasión, buscando recuperarte rápidamente de algún obstáculo cotidiano que te colocaba la vida en ese día. Y es que seguro que sabes, o al menos intuyes, el poder que ejerce un abrazo sobre tu salud y tu estado de ánimo.
Así ha quedado demostrado en un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pensilvania (EEUU), quienes han visto que los abrazos no solo mejoran nuestra salud mental, sino que nos protegen de las infecciones.
En el experimento pidieron a 404 adultos sanos que respondieran a un cuestionario que medía el apoyo social percibido. Estos fueron entrevistados durante las dos semanas siguientes, en las que se les preguntaba acerca de la frecuencia de conflictos con terceros y los abrazos que habían recibido.
Finalmente, se les expuso a un virus del resfriado común, y se sometieron a una cuarentena para observar los signos de infección y evolución de la enfermedad, mientras permanecían aislados.
Y sí, se cumplieron las mejores previsiones posibles, demostrando el gran efecto protector que tiene el amor sobre la salud. Comprobaron que los participantes con mayor apoyo social y menos conflictos eran los menos propensos a enfermar de gripe, siendo concretamente los abrazos los que explicaban un tercio del efecto protector contra la infección.
La explicación podría residir, como apunta Sheldon Cohen director de la investigación, en el papel que tienen los abrazos como inductores de la sensación de protección, disminuyendo nuestro estrés y aumentando nuestro sistema inmunológico.Si estás deprimido o sufres ansiedad, si el estrés o la preocupación son constantes en tu vida, eres más vulnerable a las infecciones. ¿Cómo puedes protegerte? En el artículo de hoy, te presentamos uno de los mejores remedios naturales, sin efectos secundarios, ni contraindicaciones: el abrazo.
Veamos sólo algunos más de los innumerables beneficios que puede tener en tu vida este valorado recurso afectivo:
#1. Mejora la autoestima
La autoestima se va construyendo desde que eres pequeño. En esos primeros años de tu vida el apego y los vínculos afectivos que mantengas son especialmente importantes en la elaboración de un buen concepto de ti mismo, lo que se reflejará en una sana autoestima. Los abrazos y las caricias son una forma de ser validado, de sentirte arropado, seguro y confiado. Un niño que ha estado carente de abrazos y expresiones afectivas, es más probable que se convierta en un adulto con inseguridades y baja autoestima.#2. Reduce el estrés.
El contacto físico es un potente inhibidor del estrés. Los abrazos y los besos aumentan los niveles de la hormona oxitocina, activando unos mecanorreceptores de la piel llamados Corpúsculos de Pacini, los cuales se encargan de regular la presión arterial. De esta manera, es más probable también que la ansiedad se mantenga en un nivel óptimo.
#3. Mejora el sistema inmunológico
El Instituto de Investigación sobre el contacto de la Escuela Universitaria de Medicina de Miami( Estados Unidos) ha llevado a cabo cientos de estudios que avalan los efectos positivos del contacto afectivo sobre la salud. Se comprobó como el abrazo y las caricias mejoraban el sistema inmunológico en pacientes con cáncer, mejorando la calidad de vida, frente a los pacientes que no contaban con este tipo de apoyo más emocional. Un abrazo promueve la generación de glóbulos blancos, te ayuda a mejorar tus defensas y a recuperarte antes de las enfermedades.#4. Disminuye la percepción del dolor.
Los abrazos son uno de los mejores analgésicos que existen, favorecen la circulación en los tejidos blandos, disminuyendo la tensión muscular y produciendo un efecto de distensión o relajación. Todos hemos tenido ocasión de comprobar en alguna ocasión cómo el contacto físico y ese apoyo social facilita el afrontamiento del dolor, alejando la atención de la zona dolorida.#5. Mejora el estado de ánimo
La expresión y búsqueda de afecto ha sido, desde tiempos inmemorables, la forma más rápida de mejorar sustancialmente el estado de ánimo. Hasta tal punto que algunas terapias han incorporado a sus tratamientos contra la depresión y la ansiedad la llamada abrazoterapia.
En el acto del abrazo se activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, lo que promueve una sensación de bienestar, sedación, armonía y tranquilidad casi de manera inmediata.
No hace falta tener pareja, ni ser una persona especialmente extrovertida para poder beneficiarse de un abrazo. Es más, puedes disfrutar de tu soledad elegida en determinados momentos, si así lo deseas, pero no desaproveches la oportunidad de poder abrazar y ser abrazado, la ganancia para tu salud física y mental es incalculable.