La
nueva película de Takashi Miike
prosigue la línea emprendida por el genial director nipón en los últimos siete
años. Se trata pues de una obra de encargo donde su inconmensurable talento se
pone al servicio de una película creada para el consumo popular. En esta
ocasión Miike adapta una exitosa saga de video juegos de la compañía Capcom.
Por
desgracia, a diferencia de sus sobrios trabajos para Jeremy Thomas (13 asesinos
(2010), Hara kiri, muerte de un samurái (2011) o el esplendido díptico de Crows ( Crows (2007) Crows II (2009) Miike firma aquí una de sus peores
films, una película que solo satisfará a los seguidores de la fuente de origen.
El
gran problema y quizás también virtud (para los productores y fans del juego)
es la eficacia y profesionalidad con la que Miike pone en imágenes este video
juego; nos encontramos ante una adaptación literal de la estructura, personajes
y situaciones que se pueden encontrar en el juego original, hasta aquí Miike
cumple lo que se le ha pedido de sobras, pero el desconocimiento de las tramas
y de los protagonistas de las aventuras de un variopinto grupo de abogados y
fiscales en un futuro cercano para el publico ajeno al mundo de las consolas
hace que la película sea aburrida, así mismo, esta fidelidad al juego original
desemboca en un guión previsible y mecánico donde la identidad del asesino no
es nada difícil de averiguar, en gran parte debido a la funcional puesta en
escena. Aún así, la dirección de Miike es buena, estilizada y resultona pero en
exceso convencional para alguien de su talento.
La
película también peca de una excesiva duración y el estiramiento injustificado
de su duración hace que el interés decaiga, especialmente en su tercer acto.
Pero
no todo es malo, la película contiene dos momentos magistrales. Uno, el
impresionante uso del cambio de foco en un interrogatorio, por otro lado
totalmente intrascendente en lo que cuenta. Y dos, la joya de la película, un
monólogo recitado por el villano de la función, rodado en plano secuencia y el
cual Miike desmonta en mil pedazos.
En
definitiva, un trabajo alimenticio del director, que servirá para que el genio
de Osaka pueda aventurarse en proyectos más radicales y personales que
deleitaran a los que todavía creemos que es uno de los mejores directores
vivos.
Alex Turol
Ficha Técnica
Año: 2012 / Director:
Takashi Miike / Productor: Hiroshi
Miyazaki / Guión: Takeharu Sakurai, Sachiko Ôguchi / Fotografía: Masakazu Oka / Música:
Kôji Endô / País: Japón / Duración: 135m. / Formato: 35mm / Proporción:
2.35: 1 / Color
Ficha Artística
Takumi Saitô,
Makoto Ayukawa, Shunsuke Daitô, Rei Dan, Akira Emoto, Takehiro Hira, Ryo
Ishibashi, Ryôhei Kamamori, Mirei Kiritani, Fumiyo Kohinata, Yuko Nakamura, Akiyoshi
Nakao, Hiroki Nariyima, Eisuke Sasai, Mitsuki Tanimura, Kimiko Yo