¿Quién ha dicho que las acelgas son insulsas? Ya de por sí la acelga tiene un sabor peculiar y a mí particularmente me gusta bastante, comparada con la espinaca, más sobria en su sabor, aunque también más estimada en las cocinas mediterráneas. No quiero hacer comparaciones, pero lo que sí es cierto es que la acelga se prodiga poco en nuestros platos y salvo la manera clásica de saltearla y alguna receta más, se deja arrinconada. Para sacarle partido podéis prepararla de la manera que os voy a contar, otro día os traeré nuevas recetas con acelgas que os harán disfrutar con esta deliciosa verdura.
Ingredientes:
- Acelgas 300 g.- Gambas congeladas tamaño mediano 250 g.- Ajos 2 dientes.- Pimentón picante ½ cda.- Aceite de oliva 4 cdas.- Sal.
Elaboración:
He comprado una bolsa de acelgas ya limpias, lavadas y cortadas (agiliza mucho). Ponemos una cacerola con agua y un poco de sal en el fuego. Cuando hierva a borbotones echamos las acelgas y dejamos que cuezan diez minutos. Dejamos escurrir.
Pasamos un momento las gambas por agua del grifo y dejamos descongelar un poco.
En una sartén con dos cucharadas de aceite freímos los dientes de ajo cortados menudos. Cuando tomen un poco de color retiramos la sartén y añadimos fuera del fuego el pimentón. Removemos y volvemos a llevarla al fuego poniendo enseguida las gambas, salamos ligeramente y mezclamos bien. Soltarán agua, por lo que reduciremos un par de minutos.
En otra sartén ponemos las dos cucharadas de aceite restante y rehogamos las acelgas. Volcamos sobre ellas las gambas calentando el conjunto.
Servimos enseguida.