Ácrata Garnacha 2018

Meditrina, Diosa del Vino Obra de Emily Balivet (2009)

Cada 11 de octubre, los antiguos romanos de la zona del Latium, celebraban la fiesta de la Meditrinalia, en honor a la Diosa Meditrina (Madre Tierra). En esta fiesta se empezaba a beber el vino joven del año (mostum), mezclado con vino del año anterior, buscando también un empuje a la propia salud y una comunión con los dioses, haciendo sacrifios a esta deidad protectora de la salud. Durante la fiesta era habitual hacer libaciones, recitando la invocación: “vetus novum vinum bibo, novo veteri morbo medeor.” (“Vino nuevo y viejo bebo, de nuevos y viejos males me curo”). Puede que esta fiesta, en la que se usaba focaccia y vino, haya sido posteriormente copiada por los cristianos, en la forma de la ofrenda del pan y el vino que se realiza en las misas. Una fiesta que marcaba el fin de la vendimia, y a efectos prácticos, el comienzo de un nuevo año. Sin duda en este año 2020 tan dramático que vivimos, puede que esta Meditrinalia sea un buen punto de partida, para dejar lo malo atrás y avanzar hacía un futuro mejor. ¿Me acompañas en las oportunas libaciones?.

Tanto es así que los fieles se reunieron junto a un fuego, o un altar y el sacerdote, generalmente una sacerdotisa, repartía las tortas y decía:
” Come las tortas (focaccias) , son el cuerpo de la Madre Tierra ” .
Luego servía el vino y decía:” Bebe el vino, es la sangre de la Madre Tierra “.
Marcus Terentius Varro (S.I AC) : De lingua latina

El Ácrata Garnacha 2018 está elaborado por la Bodega Adrada Ecológica desde Adrada de Haza, y pertenece por tanto a la D.O. Ribera del Duero. De esta bodega hemos hablado muchas veces en el blog, y aquí podéis conocer un poco más. Forma parte de la colección Las Cuatro Estaciones, con el Ácrata Albillo, Ácrata Monastrell y Ácrata Bobal. Está elaborado con uva garnacha procedente de viñedos ecológicos de unos 70 años, en vaso, a una altura superior a los 900 metros, y de una superficie de 0,15 hectáreas, lo que provoca que este vino apenas tenga una producción de 375 botellas. Un lujo. Desarrolla la fermentación alcohólica y maloláctica en barrica francesa, con una crianza posterior de 13 meses en barrica francesa de quinto año. Presenta un color rojo picota de capa alta, lagrima densa y persistente para un voltaje de 14 grados. Profunda nariz, fruta roja madura, punto goloso, cremoso, se nota la barrica. Buena entrada, amplio y con un tanino algo rugoso, predominando quizás la barrica frente a la fruta, punto glicérico. Como suele pasar siempre en esta bodega, al segundo día abierto, el vino se muestra mucho mejor, recomiendo airear. Un vino franco que también es reflejo de su añada.

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Referencia necesaria la web https://www.romanoimpero.com/ .

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