Revista Cultura y Ocio

Adaptaciones al cine

Publicado el 18 noviembre 2015 por Déborah F. Muñoz @DeborahFMu
Algunos me habéis preguntado, en más de una ocasión, qué pienso sobre las adaptaciones al cine. Lo reconozco, no soy especialmente cinéfila. No solo porque no puedo permitirme el lujo de gastarme semejantes dinerales en las entradas, sino porque para colmo soy demasiado vaga cuando se trata de buscar la peli o incluso para hacer zapping.
Aun así, procuro ver las películas basadas en libros que he leído, especialmente si dichos libros me han gustado, aunque por lo general espero una cagada en toda regla, y casi siempre se confirma mi sospecha.
A ver, no me engaño: entiendo que tiene que haber un corte del material al hacer el guion, que luego llega el director y vuelve a meter tijera, y que después los que montan la peli tampoco se cortan un pelo. Lo acepto. Pero de ahí a que se saquen de la manga cosas inventadas y desconcertantes, hasta el punto de cambiar el argumento, hay mucho.
Quizás uno de los ejemplos más evidentes de esto es Eragon, que tenía tantos cambios que solo era fiel a los nombres de los personajes. También cito, porque es mucho peor, la horrible adaptación de La reina de los condenados, de la que fui incapaz de pasar del minuto veinte, porque le cambió hasta la personalidad a los personajes e hizo que se perdiera toda la esencia de la historia. No todas son malas. Algunas son bastante fieles y pasan de inventarse cosas. Si tienen que recortar, recortan lo anecdótico y se quedan con lo importante. El señor de los anillos sería un buen ejemplo. También tenemos las que respetan el inicio y luego empiezan a fliparse un poco al final, como Ciudad de hueso. No me molestó tanto, porque respetó bastante la esencia. Lo que sí me molestaron, y no tanto por mí como por los que no han leído el libro y quieren hacerlo, fueron los spoilers de los siguientes.
Si me das a elegir, prefiero que se haga una adaptación a serie en vez de a la gran pantalla. Hay más margen de maniobra y no tienen que recortar tanto. Aun así, pueden inventarse tanto o más que las películas, y solo hay que ver Crónicas vampíricas. Aunque de esa serie lo único que puedo decir es que mejora el libro... y mucho (solo puedo decir eso de esta serie y de otra: Sexo en Nueva York).
También me parece una situación más idílica cuando el autor participa activamente en la adaptación. El gran ejemplo lo tenemos con Anne Rice. Participó en Entrevista con el vampiro y salió una peli bastante digna. Pasó de involucrarse en La reina de los condenados y salió... eso. Quizás sea que el mero hecho de que tengan el detalle de contar con la opinión de quien ha inventado ese mundo les predispone a respetar su trabajo, pero lo cierto es que funciona.
En definitiva: recortar vale, inventar solo moderadamente, a poder ser con la vigilancia del autor y a poder ser serie que película. Esa es mi opinión al respecto. ¿Y la vuestra?Follow on BloglovinFollow @DeborahFMu

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