Adiós, me despido de ti sin rencor sin melancolía ya eres pasado sólo quiero decirte adiós hasta el año que viene Navidad
Desvisto mi casa, todo vuelve a la normalidad, ya no hay abalorios adornando las paredes, ni canciones que suenan aquí y allá, todo se apaga luces brillantes que cada tres segundos vuelven a encenderse sin descanso parpadeando indefinidamente.
Adiós Santa, adiós Reyes de Oriente adiós Cagatió,adiós Jesusito de mi vida… Guardados en una caja quedáis secuestrados hasta la próxima cita, tanta magia sucumbida tan miserablemente…
Tantos niños sin regalos, tantos sueños incumplidos, tantos deseos olvidados tantas ausencias en la mesa, duelen mas si cabe en estas fechas de algarabía y excesos incontrolados.
Ya no me ahogo, todo vuelve a su sitio poco a poco, mi cartera respira tranquila, mis nervios se templan, mi conciencia retoma su karma aplazado, ya no tengo en mi agenda visitas obligadas marcadas con fluorescente, ahora mi móvil no se asusta cuando lo miro…
Los escaparates me devuelven a mi “Camino de Vida” a una sosa normalidad lo reconozco, pero estoy cansado de que me recuerden que huelo mal, con ese aluvión de perfumes in-oloros, con anuncios surrealistas que sacuden constantemente la televisión.
Ya nadie se acuerda de mí, ya no recibo mensajes de felicidad paz y otras recurrentes frases repetidas cada año, que a veces no sabemos ni lo que significan, recién empieza el año y parece que acaba el día siguiente.
Adiós a mazapanes, turrones y otras delicias culinarias, quedáis desterradas temporalmente hasta nuevo aviso.
Otro año mas no soy millonario, ni reintegro ni na de na, ilusiones que vuelven al mundo real, toca rebajas las sobras del lacayo.
Ahora sólo toca vivir, disfrutar de lo que tengo, de lo que soy nada de nuevos retos, ni deseos ni chorradas para incumplir.
Adiós, adiós hasta el año que viene…