Justo cuando el invierno llega su cenit, robles y arbustos de hoja caduca muestran su desnudez, cual árbol de Navidad del que se han retirado adornos y regalos.
Como bisuterías olvidadas en el armario del que nunca saldrán, porque su época ya pasó. Pero que siguen alegrando a quien las descubre de nuevo. Y debo compartirlo.
Lar-ami