Parece ser que de media y según distintos estudios, los porcentajes de infidelidad dejan los votos matrimoniales en el saco de las grandes mentirijillas de la humanidad.
El ‘prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida‘ seguramente se dice conscientemente, con intención, pero por esas cosas de la convivencia, de la rutina, de la evolución diferente de los miembros de la pareja o que se yo, muchas veces no cumplimos esa promesa.
Paulo Coelho, en su última novela Adulterio, que sale hoy a las librerías, nos cuenta la historia de una mujer que teniéndolo todo, siente que no tiene “nada” y se lanza a la aventura de reconquistar a un antiguo novio de instituto para recuperar la ilusión y la pasión ausentes en su vida actual.
Las estadísticas apuntan que un 60% de los hombres son infieles y un 40% de las mujeres también. Independientemente de las diferentes maneras de practicar la infidelidad: cibersexo, cana al aire esporádica, clarísima doble vida…lo cierto es que un elevado número de hombres y mujeres olvidan su promesa de exclusividad y compaginan, en algún momento y en el mejor de los casos, dos parejas al mismo tiempo.
El conocido escritor brasileño introduce en su libro la cuestión del perdón. ¿Creéis que es posible perdonar una infidelidad reconocida? ¿Creéis que es posible ser infiel una vez nada más? ¿Se trata de un simple obstáculo más en la vida de pareja o es un pilar sin el cual esta no es posible? La mente humana es complicada y cuando se trata de dos todavía más.
A lo mejor habría que cambiar la frase: ‘prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad….hasta que alguien se cruce en mi camino‘.
¡Qué tengáis un buen miércoles!