AFF 2012: “Un mundo cuadrado” rock contra la injusticia

AFF 2012: “Un mundo cuadrado” rock contra la injusticia

25 de Abril del 2012 | etiquetas: Atlántida Film Fest, Sección Oficial, Festivales 2012  Compartir

Jóvenes que cuestionan y replantean algo que en un principio parece ser inamovible; familiar, ¿no? ¿Y si estuviese pasando aquí mismo y no supiésemos nada? “Un mundo cuadrado” nos plantea cómo luchar contra algo injusto sólo con lo que tenemos.

¿De qué va?

Marismas del Sur. Años 90. Un pequeño pueblo perdido. Sin raíces. Sin policía. Sin leyes. Sin ni siquiera cementerio. Un mundo actual pero lejos de cualquier resto de civilización. Un mundo cuadrado por la estructura de sus tierras, calles y casas, pero también por las ideas de la gente que lo habitan. Un mundo en el que a nadie le importa nadie, en el que cada cual va a lo suyo. Un mundo en el que siempre se ha impuesto la ley más antigua, la del más fuerte. Pero una noche, todo cambiará. A partir del asesinato de un chico, una banda de rock formada por un grupo de jóvenes del pueblo guiados por su afán de venganza, decidirán tomar las riendas de su mundo creando una especie de organización muy particular que no se detendrá ante nada ni ante nadie hasta cumplir su objetivo: cambiar el mundo.

¿Quién está detrás?

Álvaro Begines vuelve a la gran pantalla después del paréntesis que empezó al terminar “¿Por qué se frotan las patitas?”; llevando la música del film a un nuevo modelo, y volviendo la simpatía de su película anterior en voluntad de cambio.

¿Quién sale?

Este film supone el debut de Samuel Galiardo y Alejandro Astola en la gran pantalla, que acompañados de Jesús Carroza (al que ya hemos podido ver en “7 vírgenes” o en “After”) interpretan una juventud luchadora, firme e idealista. El reparto lo completan Marisol Membrillo y Sebastián Haro entre otros.

¿Qué es?

“Los edukadores” + “El bosque” con un toque andaluz que hace la película lo que es.

¿Qué ofrece?

Agresividad. Inconformismo. Juventud. Música. Begines nos dibuja una realidad andaluza fuera de un contexto concreto. Caciques que usan la mentira para controlar la población a su merced hasta que los jóvenes dicen basta. Este film es un grito a romper las barreras de lo preestablecido y a cuestionar lo injusto. Además, la banda sonora (plenamente integrada y en relación empática y constante con el argumento mezclando gritos, fuerza y revolución con la esencia puramente andaluza del film. Se trata de una película que demuestra lo mucho que se puede hacer sin tener que recurrir a grandes discursos.