AFF 2013:"Sonidos de Barrio" terror social en decibelios

28 de Marzo del 2013 | etiquetas: Atlántida Film Fest, Festivales 2013

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Elegida entre las 10 Mejores Películas de 2012 por el crítico titular de The New York Times y merecedora del Premio FIPRESCI en el Festival de Rotterdam 2012, "Sonidos del Barrio" es un operación de cirugía sobre la nueva clase media brasileña. Una obra coral poblada por un grupo de vecinos, hipocresía, rencor y puñado y medio de sueños rotos que se traduce en una colosal muestra de terror social propulsada por un aterrador festín de sonidos. Sin duda, es una da las grandes favoritas a lucir galones en el palmarés final del Atlántida Film Fest.

¿De qué va?

Los habitantes de un barrio burgués de la ciudad brasileña de Recife contratan a una empresa que les proteja de la constante inseguridad y paranoia que les atenaza.

¿Quién está detrás?

Significa la primera (y asombrosa) incursión en la ficción del brasileño Kleber Mendoça Filho. Periodista, crítico y programador de cine que, tras experimentar exitosamente en el campo del cortometraje, se echaba al barro con su primer documental, "Crítico". El otro gran artífice de "Sonidos de Barrios" es Pablo Lamar, o lo que es lo mismo, el padre del principal y auténtico protagonista de esta provocadora muestra de terror social: su afilado, malicioso y en definitiva, atronador diseño sonoro.

¿Quién sale?

Un reparto coral en el que destacan los nombres de Irma Brown, Sebastião Formiga, Gustavo Jahn, Maeve JinkingsIrandhir, Santos, W.J. Solha o Lula Terra

¿Qué es?

Si no fuese película sino relato, podría haberlo firmado el hijo imposible de John Cheever y Patricio Pron. Pero como es el caso, y hablamos de cine, sería algo así como si cruzáramos las favelas de "Ciudad de Dios" con la burguesía perturbada de "Caché" o como si Claire Denis rodara un remake de "La Zona" de Rodrigo Plá.

¿Qué ofrece?

Un thriller brutalmente perturbador, abrumadoramente asfixiante y monumentalmente hermético, que antepone el retrato social y la implícita denuncia que conlleva, a los giros y golpes de efecto de un guión que obvia la trama, que no necesita de formalismos ni efectismos innecesarios para revelarse en lo que verdaderamente es: una muestra colosal de gran cine, de cine de autor, pero también del género del terror, cuya constante amenaza nos llega a través de un aura, una atmósfera que cuantó más suben los decibelios, más nos empapa. Como si del "Caché" de Haneke se tratara, "Sonidos de Barrio" nos revela una sociedad burguesa tan inconscientemente salpicada por su sanguinario pasado como por su violento y atenazador presente, como si "La Niebla" de Frank Darabont atenazara, la comunidad que Kleber Mendoça Filho refleja, sufre una psicosis social provocada por lo desconocido, por lo invisible, por una amenaza que golpea pero no se palpa. Únicamente suena....pero vaya, ¡como suena!. Es, sin duda, uno de los grandes tesorosos a descubrir en el Atlántida Film Fest, cuyos inolvidables primeros 10 minutos prometen lo que verdaderamente acaba siendo. Una película grandiosamente única, sencillamente IM-PRES-CIN-DI-BLE.