Fue la segunda edición de esta feria, con entrada libre y gratuita, contó con stands carpa con gastronomía italiana, peluquería en la calle, shows en vivo, musicales, juegos para niños, pintura, venta de plantitas y otras actividades recreativas. Pero el eje de todo, la gastronomía, ¡Impecable! super rico todo, y muchísima gente a pesar del clima. El combo hizo difícil sacar buenas fotos, las que logramos tomar fueron a fuerza de empuje, aplastados entre la multitud o a la distancia xD
Lo primero que vimos y pedimos fue una paella enorme en la entrada. Muy variada, abundante y sabrosa.
Las cosas dulces no se quedaron atrás, habían dos stands con sfogliatelles y distintos tipos de pan dulces hechos con miel, almendras y frutas deshidratadas. El pan de almendras y miel no nos gustó, el preparado lleva muchos huevos y hace que la masa sea singularmente dura, pero es cuestión de gustos. Lo más comprado en panadería eran las sfogliatelles o sfoglatellas, que eran un sueño, la masa suave y tierna, no se hacía migajas, y el relleno abundante, de crema pastelera firme y riquísima (hubiese esperado crema de almendras, pero no estuvo nada mal esta opción).
Infaltable pasta italiana...
Somos la cuarta generación de inmigrantes, un mix de los que vinieron e hicieron nuestro país, somos la riqueza de la mezcla, somos la diversidad. Somos Italia, tenemos Italia, llevamos Italia en nuestros genes por eso la idea de esta celebración” dijo Adrián Francolini, creador e ideólogo del evento y alma mater de la Trattoria Il Ballo del Mattone Originale, Mattone Galleria, Trattoria Altura Crucero y Trastevere Pizzeria.
El Laboratorio de Helados es un stand con unos alquimistas que preparan sus helados a base de nitrógeno líquido (a -198º ¡qué frío!). La preparación artesanal del helado puede demorar comúnmente hasta 24 hs. pero con este método la preparación total está lista en menos de 20 minutos. Otra de las ventajas es que los cristales de hielo son más pequeños y eso hace que el helado sea más cremoso. Los sabores que presentaron en la feria son frutilla con espuma de albahaca, y gianduia preparado a base de nutella (dulce de cacao y avellanas). Utilizan productos naturales y frescos, sin conservantes ni aditivos. Fue uno de nuestros stands favoritos por su originalidad, aún conservando la temática.
Señoras y el humo de uno de los stands de parrilla...xD
Sandwich super gordo de uno de los puestos de parrilla.
Comer este sandwich fue realmente un reto: la salsa criolla con la acidez perfecta, la rúcula fresca que equilibraba los sabores más agrios, el aceto de sabe dios qué beatutides, todo bajo una capa inmensa de la salsa napolitana más deliciosa que hemos probado. Por ese vacío perfectamente cocido, aunque un poco rústico (por la grasa que hacía un tanto difícil cortarlo con los dientes), y esa mezcla de las salsas más típicamente estropeadas por las manos inexpertas, y que allí fueron la gloria, valió la pena ese viaje bajo aquella molesta llovizna y entre esa gente tan apretujante.
Cactus y Suculentas
Otro stand muy interesante fue el de Artemisia de cocina natural, tenía pocos productos pero de primera calidad y excelentes. La opción ideal para los que aún no se atreven a probar comida vegetariana, o vegana para los más atrevidos, ya que no tenía ninguna de las dos nada que envidiar a las hamburguesas y sandwichs de origen animal. La hamburguesa era hecha con un medallón de lentejas, pan casero, hojas verdes, pepinillos agridulces, tomate, y cebolla. Mientras que el sandwich era de pan focaccia hecho con aceitunas negras y muchas especias, queso gruyere, con palta, hojas verdes y tomates deshidratados. ¡Salían como pan caliente de lo ricos que eran! para acompañar ofrecían limonadas naturales extra saborizadas con jengibre o con frutos rojos y menta.
El laberinto azul que formaba parte de los varios juegos inflables del lugar...
La presentación extravagante de algunos de los stands, la peluquería de calle con cabezas cercenadas de maniquíes y algunos daños, temática ideal para fechas cercanas a halloween y aires a Sweeney Todd.
Algo que nos pareció genial fue la integridad de todo, las mesas y sillas puestas estratégicamente, todo muy cerca de la música, nada incómodo, espacios bien amplios que a pesar de haber mucha gente se podía caminar con un platito en la mano sin darse contra el piso. La gastronomía y en especial la italiana siempre es rica, intensa, provoca alegría contagiosa si hay mucha gente. ¡Qué mejor forma que hacer una feria exclusiva de la cultura italiana para festejar en armonía con amigos y desconocidos! Buon appetito e gode della bella musica!!