Revista Cultura y Ocio

Al otro lado del río. Jack Ketchum

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Al otro lado del río. Jack Ketchum
 

     A veces a uno le recomiendan un libro desde distintos medios y no termina de acercarse a él. Eso me pasó con este título, y  han pasado muchos meses desde la primera vez que lo oí citar. Hoy traigo a mi estantería virtual, Al otro lado del río.

     Una joven mexicana se encuentra con tres hombres. Está malherida y les relata lo que le ha tocado vivir. Los hombres, conmovidos y horrorizados al saber que queda una hermana de la chica cautiva en el mismo infierno que ella relata, deciden ir a buscarla en una suerte de misión rescate que pronto se descubre mucho más complicada de lo que habían pensado.

     La historia es terrible aunque ciertamente no del todo original. Unos forajidos llegan a una granja y se llevan a las hijas a las que secuestran, violan, maltratan y dejan recluidas en un burdel del desierto que es la versión terrenal más parecida de la boca del infierno retratada por Tarantino. Así las cosas, sobrevivir es un grado y escapar parece la única opción, y una de las hermanas, lo logra. Por suerte o por desgracia se encuentra con tres hombres (estamos en un western asíq ue uno se dedica a capturar mustangs) y digo que por suerte o por desgracia porque el rescate será muy difícil y no parece que nadie vaya a salir ileso.

     Todo esto en menos de doscientas páginas se traduce en una orgía de violencia en la que el lector no sabe si apartar la vista o seguir mirando. La incomodidad que genera es genuina y está lograda a base de un realismo que, a un simple click de ratón, descubrimos que es superior a lo que nos imaginábamos. Y es que, si la obra más conocida del autor tomaba una base real, esta perfectamente podría hacerlo basándose en el caso de unas de las mayores asesinas en serie de México que se dedicaban a llevar burdeles. Verdad o no la novela hay que decir que está bien escrita y lleva una tensión tremenda para lo corta que es. De hecho el lector sale mareado entre sangre, angustia, lágrimas y tensión pero, como sucede en estos casos, los estómagos mandan y estamos ante una novela que no es para todos los gustos. Por eso hoy no puse un fragmento, porque cada cual es libre de elegir su lectura. Tengo que añadir que ahora, vista la novela negra en la que meten gusanos hasta el cerebro o encierran a chicas con ratas hambrientas, ha cambiado mucho el concepto que uno tenía del estómago delicado, y que quizás por eso si os enfrentáis a esta lectura os parezca que la delicada soy yo. Pero aún así, el que avisa no es traidor y, si bien la novela me ha gustado, el autor ha decidido optar por el impacto en lugar de por el desarrollo y lo que empiezas creyendo un western se acaba acercando más al terror.

     Al otro lado del río es una novela que recomiendo solo a quienes sepan lo que van a tener entre manos.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.


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