Revista Ciencia
Si existe una criatura detestada por los jardineros, es, sin duda, el alacrán cebollero, conocido también con el nombre de grillotopo (de su nombre latino Gryllotalpa). El alacrán cebollero está emparentado con el grillo, de quien tiene el aspecto general y un cierto aire de familia. Sin embargo su cuerpo es mucho más alargado, con un abdomen muy voluminoso y blando. El tórax, cubierto de una pilosidad muy corta, ofrece un aspecto aterciopelado. Lo que distingue al alacrán cebollero de los demás insectos, es el desarrollo y la morfología particular de las patas anteriores, que se han modificado en verdaderas palas, ofreciendo por ello una cierta analogía con las del topo.Perfectamente adaptado a la forma de vida subterránea, el alacrán cebollero excava galerías, formando una vasta red que constituye su territorio. Muy insociable, el alacrán cebollero vive solo, o como mucho, por parejas. Este extraño insecto permanece casi constantemente bajo tierra; sus galerías desembocan, sin embargo, en uno o varios orificios por los que el alacrán cebollero sale de noche para ir a mordisquear algún vegetal, o capturar insectos pequeños. En la época del celo, el macho se sitúa muy cerca de una abertura de su madriguera y se pone a cantar. Su canto se parece al del grillo, pero es más suave y, a veces, medio apagado. El alacrán cebollero come muchos gusanos blancos y otras larvas de insectos, lombrices, etc. Puede ocasionar serios daños en los cultivos de inundación seccionando las raíces de las plantas jóvenes. Existen unas cincuenta especies de alacranes cebolleros, distribuidas sobre todo por los países tropicales.Grupo:ArtrópodosClase: InsectosOrden: OrtópterosFamilia: GrillotálpidosGénero y especie: Gryllotalpa grillotalpa (Alacrán cebollero)
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