En estos lares estamos entrando cada vez más en el maravilloso mundo vegetal como modo de alimentación. Y aquí os traigo una prueba infalible de ello: unas albóndigas de boniato (o batata o camote) con setas, arroz, especias y una salsa Marinara casera de aplauso lento.
Esto es un espectáculo, pero para creerme tendrás que preparar estas pequeñas joyas gastronómicas.
Estamos en temporada de boniatos (de octubre a marzo) y hay que darles una salida a la altura de su sabor. Este tubérculo cada vez está más extendido entre nuestras cocinas (bajo contenido calórico y aporta vitamina B y C, además de calcio o potasio) y ya no sólo en platos salados, se amolda a cualquier receta que tengas en mente. En mi caso ha sido "rehacer" las clásicas albóndigas con tomate en formato "vegeta". El resultado es esta maravilla que podéis contemplar. Puedes llamarle un trampantojo si quieres, yo lo llamo: recetón de otoño.
Pero ya sabéis que yo soy un mero inductor, un motor para animaros a probaros en los fogones y a que vuestra memoria y sapiencia culinaria explote como está mandado. Podéis usar calabaza (también de temporada), o mezclar ambas. Podéis cambiar algunas especias y añadir comino y canela al estilo magrebí, o darle un toque mexicano con chile y lima. O un toque hindú con Garam Masala y cúrcuma. Haced una salsa de yogur en vez de tomate o incluso calzaos un bocata de albóndigas con aguacate laminado y mayonesa de cilantro... Esto va de lo que va: que disfrutes cocinando. Ni más ni menos.
Y sin más rollos nos bajamos al barro, echamos vino en la copa de avituallamiento y... ¡mandiles arriba!
Ingredientes
Para las albóndigas vegetales
- Boniato (500 g)
- 300 g de setas
- 100 g de arroz cocido
- 1 cucharada de Ras El Hanout
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de comino molido
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla o cebolleta
- Guindilla (opcional)
- Harina de garbanzos (2-3 cucharadas), copos de avena o pan rallado.
- Sal al gusto
- Perejil y cilantro fresco picado
- 500 g de tomate entero (1 bote)
- 2 cucharada de puré de tomate o tomate concentrado
- 1 cebolleta y 2 dientes de ajo (o 2 chalotas)
- Orégano y perejil
- Albahaca fresca (si tienes)
- Sal, pimenta negra y Aceite de oliva Virgen Extra
- Un poco de agua o caldo de verduras
Sugerencia de presentación en mesa.
Haciendo la mezcla
Lo primero de todo es cocinar nuestro boniato. Aquí ya se te abre el abanico de posibilidades: lo puedes asar durante 45 minutos a 180-200 grados (el tiempo dependerá del tamaño). Puedes cocerlo hasta que este tierno y luego saltearlo ligeramente para que coja aroma a tostado. O puedes hacerlo al vapor bien troceado. Ahí ya tendrás que tomar tú la decisión. Lo que se busca es que quede bien tierno.
Hecho esto echamos la carne del boniato en un bol amplio y lo trituramos con un tenedor. HITCHCONSEJO: Espera a que se enfríe un poco, no se trata de perder huellas dactilares porque sí.
Por otro lado, pica finamente en brunoise (trocitos) la cebolla, el ajo y las setas. Calienta aceite en una sartén amplia y empieza a sofreír la cebolla con el ajo y una pizca de sal, para que sude. Al cabo de unos 5-6 minutos añade las setas picadas y sofríe todo bien, que quede perfectamente cocinado.
Incorpora ese sofrito al boniato triturado. Añade el perejil y el cilantro picado y las especias. Te doy unas medidas orientativas, guíate por tu olfato y paladar para añadir más o menos según tu gusto. Salpimenta. IMPORTANTE: Ve probando cada vez para dar con tu toque maestro.
En ese punto añadimos el arroz blanco cocido (muy bien cocido, incluso un poquito pasado) y mezcla todo muy bien. Añade la harina o los copos de avena o el pan rallado para "aglutinar" la mezcla. Nos debe quedar algo blandita pero manejable.
Tapa con papel film el bol y guarda en la nevera unas 2 horas.
La salsa Marinara
Pica los ajos y la cebolla muy finamente. Y sofríe en una sartén con buen aceite de Oliva Virgen Extra hasta que estén transparentes (que no se quemen, ojo).
Incorpora el tomate concentrado y salpimenta. Ahora vuelca el bote de tomate entero, añade orégano y perejil y la albahaca fresca. HITCHCONSEJO: La albahaca fresca JAMÁS se pica a cuchillo, se queda el aroma bueno en el filo. Mejor siempre con las manitas.
Remueve todo bien, añade un pelín de agua (cuando lo veas necesario para que no se quede una salsa muy compacta) y cocina unos 20 minutos con la sartén tapada y otros 20 destapada. Más o menos. Tú no te vayas muy lejos, por si acaso.
Yo no trituro la salsa, me gusta el toque rústico, encontrarme la cebolla y el ajo... Las albóndigas
Pasado el tiempo de reposo en frío, sacamos la mezcla y precalentamos el horno a 180-200 grados. Sí, vamos a hacer las albóndigas al horno, quedan de lujo.
Forra una bandeja con papel sulfurado y echa un poco de aceite de oliva para evitar que se peguen en el proceso de horneado. Ve formando las albóndigas con las manos (ligeramente impregnadas de aceite) del tamaño que te plazcan, pero procura que tengan todas el mismo grosor.
Las dispones en la bandeja. HITCHCONSEJO: Puedes congelar en este punto las que quieras.
Hornea las albóndigas unos 40-45 minutos. No hace falta girarlas.
Vuelca las albóndigas en la sartén de la salsa Marinara y remueve con cuidado para que se vayan mezclando y cogiendo el aroma de la salsa. Termina picando un poco de perejil fresco y se lo espolvoreas por encima al conjunto final.
¡Que aproveche, hitchcookian@s!