Revista Cocina
Ya sé que ahora no es temporada de setas pero tenía una bolsita de setas congeladas (compradas) y pensando en cómo hacer las albóndigas de manera diferente las he visto en el congelador y he pensado que podían quedar bien así.
Lo cierto es que estaban deliciosas y como van trituradas puede ser una forma de que los niños las empiecen a comer.
Para esta receta necesitamos:
500 gramos de carne picada de ternera 1 cebolla y media 1 huevo 1 trozo de pan seco 100 ml de leche 1 cucharada de mostaza 1 cucharada de salsa perrins Sal, pimienta. Aceite de oliva 1 ramita de romero 1 copa de vino blanco 1 copa de Oporto
Poner la carne en una ensaladera grande y salpimentar, añadir la salsa perrins y la mostaza. Poner a remojo el trozo de pan con la leche, cuando este blando desmigarlo y añadirlo a la carne. Picar la media cebolla bien fina y añadirla también a la carne, junto con el huevo, mezclar bien todo el conjunto, dejar reposar un ratito y luego formar las albóndigas (no excesivamente grandes), pasar por harina y freír en aceite hasta que estén doradas, reservar.
Usar un poco del aceite de freír las albóndigas para preparar la salsa, lo mejor es hacerlo en otra sartén para no usar los posos de harina quemada.
Calentar el aceite y pochar en él la cebolla cortada en trocitos pequeños, cuando la cebolla esté lista añadimos las setas, salpimentamos y dejamos que se hagan a fuego fuerte (de lo contrario sueltan mucha agua) ponemos el romero y agregamos los vinos, dejamos cocer unos minutos, trituramos bien la salsa y la pasamos por un chino (o por un colador) para quitar los restos de romero y que nos quede una salsa fina.
Ponemos en una cazuela las albóndigas con la salsa y añadimos agua o caldo de pollo hasta que queden cubiertas, cocemos a fuego suave durante unos 15 minutos o hasta que veamos que la salsa está reducida y las albóndigas cocidas.
Podemos servir acompañadas de pasta salteada con un poquito de ajo y bacon. También se pueden acompañar de un arroz blanco.