Albóndigas en Salsa de Cebolla y Nueces

Parecía que no iba a llegar nunca algo de otoño al Mediterráneo. Han tenido que visitarnos los últimos coletazos de dos huracanes para que los temporales hayan provocado, además de algunos desastres, un descenso de las temperaturas. Y es refrescar el ambiente y comenzar a apetecerme los platos humeantes y esas recetas de cocina lenta más reconfortantes como estas Albóndigas en Salsa de Cebolla y Nueces.

Tengo tiempo y, mientras fuera llueve a rachas, en mi cocina lo tengo todo dispuesto para preparar unas albóndigas de carne. Hago esta aclaración por que acabo de hacer una búsqueda en À Table! con Carmen y tengo publicadas varias recetas de albóndigas pero la mayoría son de pescado, y pienso que voy a ponerle remedio con esta nueva receta.

Las albóndigas no deben quedar muy prietas, gustan más a todos si quedan blanditas pero hay que llevar cuidado para que no se deshagan. La carne tiene que ser de calidad y si no la picamos nosotros, debemos comprarla en un sitio de confianza. Para ello no tengo ninguna duda, siempre la compro en el Mercado Central de Valencia en Carnicería Palanca, acierto seguro.

Y si la carne utilizada es importante para unas buenas albóndigas, la salsa con la que la acompañemos será decisiva para que el plato sea un éxito y esté de "pan y moja", nunca mejor dicho.

Hoy lo hemos conseguido. Hemos cocinado una deliciosa salsa de cebolla y como soy muy #NuezLover he preparado una majada, o una picada que es como decimos por aquí, con unas nueces california, y no quiero contar cómo ha quedado, resístete a mojar si puedes.

¿Sabéis qué? El pan ya lo tengo listo, voy abriendo una botella de vino que estas albóndigas se merecen un buen acompañamiento.

• 300 gr. de Carne de Ternera picada
• 300 gr. de Carne Cerdo picada
• 1 Huevo
• 1 Diente de Ajo
• 50 -75 gr. de Miga de Pan remojada en leche
• Perejil picado
• Sal y Pimienta
• Aceite de Oliva Virgen Extra

• 1/2 Cebolla
• 1 Trozo de Puerro
• 3 Cucharadas de Tomate rallado
• 1 Zanahoria
• 1 Trocito de Pimiento Rojo
• 1 Puñado de Guisantes
• 1 Diente de Ajo
• 1 Hoja de Laurel
• 1/2 vasito de Vermut
• 1 Cucharadita de Harina
• 1/2 l. de Agua
• Sal
• Pan rallado

• 1 Puñado de Nueces
• 1 Huevo duro
• 3 Cucharadas de Vermut

1. En un cuenco poner el perejil y el ajo picado, el huevo batido y el pan remojado en leche. Mezclar bien y añadir los dos tipos de carnes y salpimentar. Mezclar bien.
   
2. Formar las albóndigas, rebozar con pan rallado y dorarlas en una cazuela con aceite de oliva virgen extra. Cuando estén listas, retirar y reservar.
   
3. Vamos con la salsa. Para ello retirar el exceso de aceite si fuera necesario y pochar la cebolla y el puerro que previamente habremos picado. Añadir la sal. Más adelante añadiremos el pimiento rojo cortado a trocitos. Cuando estén casi pochados incorporar el ajo picado, dorar un par de minutos y añadir el vermut. Dejar evaporar un poco e incorporar la harina, removiendo para que la salsa ligue.
   
4. Después incorporar las albóndigas a la cazuela, la zanahoria cortada en rodajas finas y la hoja de laurel. Agregar el agua, si es demasiada no añadirla toda ahora e incorporar más adelante si fuera necesario.
   
5. Guisaremos las albóndigas en la cazuela durante una media hora a fuego medio y con la tapa puesta. De vez en cuando remover suavemente. Suelo cocinarlas en una cazuela antiadherente que tiene la tapa de cristal y me ayuda a ver cómo va la cocción sin necesidad de abrir la tapa.
   
6. Mientras prepararemos la majada. En un mortero pondremos las nueces, la clara del huevo duro picada y la yema también. Lo iremos majando y cuando lo tengamos listo incorporamos el vermut y removemos para que se mezcle bien.
   
7. Unos minutos antes de finalizar la cocción incorporaremos la majada a la cazuela y los guisantes, y removeremos suavemente y con cuidado de no deshacer las albóndigas, así obtendremos una salsa espesa y bien ligada.
   
8. En esta ocasión las he acompañado con unos dados de patatas fritas que además he incorporado casi en el momento de servir a la cazuela para que quedara todo bien integrado. Opcionalmente se puede servir con cebollino o perejil picado. ¡Ah! Y no os olvidéis de un buen pan.

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