Apenas a 30 km. de Madrid se encuentra Alcalá de Henares, la Ciudad de las Cigüeñas y cuna de Miguel de Cervantes. Destino frecuente de muchos turistas que pasando por la capital deciden acercarse a esta ciudad para conocerla durante unas horas, al igual que ocurre con Toledo, La Granja o El Escorial.
Alcalá de Henares no es una ciudad inmensa, pero eso no quita que con su larga historia una visita de un día se nos puede quedar corta. Por lo que si se tiene oportunidad recomiendo pernoctar allí y de esta forma extender, al menos, unas horas más la visita.
Eso fue lo que nosotros hicimos y aún así nos ceñimos a visitar el recinto histórico, Complutum y otros entornos los dejamos para mejor ocasión.
Si queréis saber qué no os podéis perder en una visita a Alcalá de Henares, seguid leyendo que os voy a proporcionar una lista de imprescindibles.
En primer lugar, la Universidad, fundada por el Cardenal Cisneros, y donde se puede realizar una interesante y muy recomendable visita guiada que nos permite conocer el Paraninfo y la Capilla de San Idelfonso, además de pasear por sus patios y conocer cómo era la vida de los estudiantes de la época en el Colegio Mayor de San Idelfonso.
Por cierto, ¿sabéis de dónde procede la palabra "empollones"? Habéis acertado, el origen de la palabra es alcalaíno y era el nombre que se le daba a los estudiantes más humildes que calentaban la silla a los estudiantes ricos. Los primeros aprovechaban este tiempo muerto para estudiar y de ahí viene el término empollón.
Contando esta curiosidad se me había olvidado comentar que la fachada de la Universidad es una preciosidad y da a una bonita plaza que no tuvimos ocasión de observar por que la estaban rehabilitando.
A escasos metros tenemos la Plaza de Cervantes, antes conocida como Plaza de Mercado y en la actualidad núcleo donde se concentran las celebraciones de la ciudad. Una estatua del ilustre escritor preside la plaza y la rodean el Ayuntamiento, el Corral de Comedias y la antigua Iglesia de Santa María donde se encuentra la Capilla del Oidor, lugar en el que Cervantes fue bautizado.
Si tenéis previsto pasar noche en Alcalá de Henares, consultar la programación del Corral de Comedias, uno de los más antiguos de Europa, y, si es posible, asistir a una representación, será una experiencia de lo más gratificante.
Desde la plaza parte la calle principal, la calle Mayor, dicen que la calle con soportales más larga de España y una de las arterias más transitadas por alcalaínos y visitantes. Sus soportales albergan comercios pequeños y tradicionales que se mezclan con algunos restaurantes y bares de tapas.
Como rezan los carteles de esta calle, ella y las callejuelas aledañas, formaban parte del barrio judío, y era aquí donde la población judía tenía sus comercios.
La Casa de Cervantes se encuentra en esta calle y se distingue fácilmente tanto por el número de visitantes que aguarda en la puerta su turno para entrar, por lo que recomiendo visitarla nada más abra sus puertas por la mañana, como por las figuras de Don Quijote y Sancho Panza que están sentados en el banco que hay justo delante de la puerta y con los que todos acabamos fotografiándonos.
En esta casa nació Cervantes y en sus habitaciones se muestran algunos de los muebles de la época, los utensilios médicos de su padre y los dormitorios. Imprescindible visitarla.
Muy cerca se encuentra la Catedral de los Santos Niños. Nosotros nos dirigimos hacia la derecha por una calle que nos lleva al Palacio Arzobispal, ya en el barrio árabe.
Llevamos viendo y escuchando el castañeteo del pico de las cigüeñas todo el día, pero es en esta zona donde las vemos con una actividad increíble. Van y vienen de uno y otro lado, portanto ramas en el pico para construir sus nidos. Quizás a muchos de vosotros os resulte normal, pero por mi zona no hay cigüeñas así que este ajetreo me tiene encandilada.
En el Palacio Arzobispal fue donde la reina Isabel I y Cristóbal Colón tuvieron la primera reunión antes de que éste partiera hacia las Américas. En la parte de atrás del Palacio, en la plaza de las Bernardas, antes de la Morería, hay una estatua de Catalina de Aragón, hija de Isabel I y nacida en este palacio, de ahí que se la conozca como la alcalaína.
En uno de los lados de la plaza se alza el Museo Arqueológico Regional, antiguo Convento dominico, el cuál merece una visita, tanto para admirar algunos de los mosaicos traídos de Complutum como para conocer más sobre las intervenciones arqueológicas y paleontológicas llevadas a cabo en la Comunidad de Madrid.
Y ya en el camino a la estación no debemos dejarnos el Palacio de Laredo. Se trata de un palacio neomudéjar construido a finales del s. XIX y concebido como vivienda particular. En la actualidad es la sede del Museo Cisneriano y en él destacan su decoración interior en yeserías y azulejos de inspiración oriental así como su minarete exterior.
Podréis imaginar que además de las visitas culturales también disfrutamos de la gastronomía de Alcalá de Henares, aunque no tanto como nos hubiera gustado dado que sólo estuvimos un fin de semana, pero cabe resaltar nuestro paso por el restaurante del Parador de Alcalá de Henares donde estuvimos alojados.
Notas de Interés:
- Alojamiento: Parador de Alcalá de Henares, bien ubicado, habitaciones grandes y tranquilas. Reservando con tiempo se pueden conseguir buenos precios.
- Gastronomía:
- Restaurante Santo Tomás del Parador donde se pueden disfrutar los platos más típicos de la zona.
- Indalo Bar de Tapas. Si lo que buscas es algo más informal, en plan tapeo, en Alcalá de
Henares puedes encontrar un buen número de establecimientos, nosotros
nos tomamos unas cervezas en éste,
acompañadas por sus tapas. Este local tiene una gran clientela por lo
que si se acude a las horas puntas no es de extrañar ver a gente
esperando su turno.
- La Rollerie, destacar los desayunos y tentempiés de este loca situado en la calle Mayor, estupenda opción para merendar o desayunar.
Bon Voyage!