Algunas reflexiones en torno a los intentos de d-essen-stabilización

Algunas cuestiones para tener en cuenta:La primera es que la vorágine de los acontecimientos de los que nos tiene acostumbrados el movimiento nacional y popular a veces nos hace olvidar que vienen operando fuertemente desde el 10 de diciembre y más atrás aún, buscando sumar eslabones que logren desestabilizar al gobierno.El evidente fracaso no sólo se debe a la gran adhesión de una parte mayoritaria de la sociedad sino que también evidencia un fortalecimiento político y económico del estado nacional (esto es para los que dicen que el kirchnerismo no tiene planificación e "improvisa"). El otro factor del fracaso viene de los sectores reaccionarios que luego del asunto de la 125 no lograron cohesionar un discurso fuerte destituyente, conformando pequeños sectores minoritarios que aparecen según la agenda difundida por los medios hegemónicos. Pero no debemos menospreciar a ese sector medio, medio pelo, muchos de ellos que dieron tanto el voto para  Macri como también le dieron el respaldo a Cristina. Ese sector ombliguista, que tiene la particularidad de responder a criterios emocionales pero los contrarios de los que proporcionan fuerza en el movimiento kirchnerista. Esta clase cacerolera responde de manera irracional, con especulaciones materiales y un profundo desprecio hacia cualquier tipo de iniciativas que profundicen la distribución del ingreso, donde ellos, los sectores beneficiarios del modelo económico, se ven estancados ante sus eternas ambiciones de crecimiento del poder adquisitivo, de poder emular el prestigio, es estatus de excelencia que le atribuyen a la clase dominante. Esta clase media, históricamente parricida (porque ni bien logran ser beneficiarios, terminan por encargarse de deslegitimar y/ o resistirse al modelo económico que se los proporcionó) se hace eco de discusiones que poco tiene que ver con la cuestión política sino que responden a cuestiones morales, y como tales, son arbitrarias, abstractas, bastante dificiles de presentar sino por medio de una visión sesgada e intencional que es proporcionada por el aparato mediática: así es como el medio pelo, se calza el traje de ciudadano del mundo, y reacciona ante un estado que le parece "agobiante" y "autoritario". Es entonces cuando hacen tronar sus cacerolas essen por cuestiones ligadas a la corrupción, a la injusticia, inseguridad. Y ante esta realidad, debemos asumir que el kirchnerismo todavía no aprendió de sus errores y sigue, y sigue, fallando en la comunicación, y esto es grave sobre todo teniendo en cuenta la manipulación mediática. Entonces el discurso es intervenido por el medio y transmitido a sus receptores como torpe, incongruente, autoritario.Hay una falla en el mensaje, porque es evidente que no puede girar todo en los discursos magistrales de Cristina. Los mensajes de Cristina sirven para la formación de los argentinos que están convencidos en el rumbo del país, adhieren a la genealogía, a sus fundamentos, a las banderas justicialistas. Pero hay un grueso de la población que es ajena a dicha recepción. Las campañas publicitarias pueden ser más pedagógicas y efectivas que un discurso sesudo: el ciudadano medio está más acostumbrado a ser cruzado por estos mensajes audiovisuales. Uno puede establecer un mensaje para sumar voluntades cuyo fin es el vacío mismo (como es el macrismo, cuya estrategia es exitosa) o bien se pueden utilizar estas herramientas para transmitir un mensaje estratégico con una finalidad concreta.La cuestión del dólar no es un problema que puede preocupar a la mayoría de la población, es solo aquellos que quieren dedicarse a invertir y/o especular en dolares. Pero si el mensaje del gobierno es ambiguo, chicanero, sirven para movilizar a los sincerebros, a los oportunistas del caos social, y para aquellos hombres y mujeres que detestan al estado. Creo que el tema del mensaje es una cuestión que también nos involucra a nosotros, los militantes del proyecto nacional y popular. Hacen faltas militantes con pensamiento crítico, no obsecuentes.