El ejercicio moderado (treinta minutos diarios, cinco o siete días a la semana) reduce el riesgo de infecciones respiratorias, afirma David C. Nieman del American College of Sports Medicine.
Sin embargo, el ejercicio prolongado e intenso, por el contrario, puede también debilitar su sistema inmunológico y permitir que los virus se introduzcan y se diseminen.
Si ya tiene una infección respiratoria (resfriado común o gripe), haga ejercicios con cautela. Para decidir si puede ir al gimnasio o si debe quedarse en cama, el Dr. Nieman ofrece los siguientes consejos: Recomiendo leer el articulo (la fatiga visual, como evitarla)
- Haga ejercicio moderado si los síntomas del resfriado son leves y se limitan a la cabeza.
- Recuerde que hacer ejercicio durante una enfermedad no ayuda a curarla.
- Permanezca en cama si la enfermedad se ha extendido más allá de su cabeza. Las infecciones respiratorias, la fiebre, la inflamación de los ganglios, el malestar y el dolor extremo indican que debe descansar.
- No recupere el ritmo demasiado pronto. Si se está recuperando de una gripe o resfriado, vuelva a hacer ejercicios después de dos semanas de descanso y retome el ritmo paulatinamente.
“En general, si sus síntomas son del cuello para arriba, puede hacer un poco de ejercicio, pero si tiene fiebre o dolor junto con malestar general, descanse y permita que su cuerpo se recupere de la enfermedad”, indica el Dr. Nieman.
Foto cortesia de www.google.com
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure