Ingredientes (2 personas)
- 8-10 alitas de pollo partidas
- 1 trozo de raíz de jengibre fresco y picado (como 1 cucharada)
- 1 manojo de albahaca fresca
- Queso Parmesano
- Aceite de Oliva para freír el pollo
- 1 cda de mantequilla
- Sal y pimienta negra molida
--------------------------------------------------------------------------------------------------Freír el pollo
Si compramos las alitas enteras (recomendación) las vamos a "tunear". Para ello las limpiamos de posibles restos de plumas y las secamos bien con papel de cocina.
Las partimos por la unión de la articulación con un cuchillo bien afilado y desechamos las puntas. NOTA: Pero no las tiramos, nos servirán perfectamente para animar un buen caldo de pollo casero.
Salpimentamos los trozos de pollo y ponemos abundante aceite a calentar en una sartén o freidora. Si tenéis termómetro que el aceite esté a unos 170-180º. Las freímos por tandas unos minutos, hasta que cojan un buen color dorado. Al no ser piezas muy grandes no tardarán mucho en hacerse. Las vamos sacando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
La salsa
Ponemos la mantequilla en una sartén. Añadimos el jengibre fresco muy picado (puedes sustituirlo por ajo picado) y dejamos que desprenda su aroma 1 minuto.
Acto seguido vertemos las alitas ya fritas, espolvoreamos albahaca fresca y abundante queso Parmesano recién rallado. Removemos bien para que el queso se funda sobre el pollo y coja todos los aromas de la albahaca y el jengibre.
Servimos calientes y rallamos más queso por encima, que para eso es el protagonista.
¡Que aproveche, hitchcookian@s!