Está receta no tiene ninguna complicación, y seguro que la hacéis a menudo. Pero no podía dejar de publicarla porque muchas veces las recetas que crees que no tienen ningún misterio, luego son las más visitadas.
Cuando voy a comprarlas las pido sin la punta y partidas por la mitad. De este modo quedan como muslitos y se comen fenomenal.
La guarnición es cebolla y pimiento verde hechos a fuego lento, una delicia de acompañamiento.
De vez en cuando no pasa nada por comer algo más de grasa, hay que disfrutar de todo, pero sin excedernos en nada.
Ingredientes:
- 1 Kg. de alitas de pollo
- 3 pimientos verdes
- 2 cebollas
- aceite de oliva
- sal
Preparación:
Limpiamos las alitas con ayuda de un papel de cocina y las sazonamos.
Ponemos una sarten con bastante aceite (yo las hago en la freidora, se hacen antes y el color queda todo por igual. Además cogen mucho menos aceite)
Cuando el aceite este caliente, echamos las alitas y las freímos a fuego medio hasta que estén doraditas por los dos lados.
Sacamos y reservamos sobre un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Partimos la cebolla y los pimientos en juliana.
En la misma sarten, dejando tan solo 3 cucharaditas del aceite usado en las alitas, freímos las verduras a fuego lento hasta que estén blanditas.
Sacamos y ponemos sobre papel de cocina para quitar la grasa.
Servimos las alitas acompañadas de las verduras.