Hace falta amor, necesitamos amor, no hay duda, cada vez hay más violencia, está también claro que necesitamos un héroe, alguien que nos salve, lo pedimos a gritos de silencio. Esos gritos que no estamos acostumbrados a escuchar, pero que ocurren a diario. En nuestras calles, en nuestras casas o en la del vecino, pero ocurren.
Cada persona grita en el silencio de su alma, grita cada vez más desconsolada, cada vez más solitaria en su ayuda, más oídos sordos nos rodean, ojos ciegos y soberbios que no quieren ver nada más que la alegría. Las cosas buenas de la vida.
Gente que no ayudará a nadie, si no es por su propio provecho, o incluso que ayudando, dará su brazo a torcer y no tardará en pedir otro a cambio de aquel favor. Hace falta amor, en nuestras parejas, en nuestra familia, en nuestra casa y/o trabajo, cada vez hay más competencia, más rivalidad, más gente mira por encima del hombro. Con descaro, con desfachatez, con soberbia, con orgullo y prepotencia.
Recuerda que no hay nada que salga gratis, cada gesto se devuelve, cada gasto se paga, cada mal abrazo, cada bofetada, cada grito, sale a devolver, sale a deber una disculpa. Nosotros no debemos juzgar, no debemos poner la otra mejilla, ni creernos tan fuertes como para devolverla, no caigamos en esos errores fatales. Solo nos falta amor. Recordemos eso la próxima vez que veamos algún gesto violento. Un abrazo a nuestro enemigo puede ser la mejor respuesta, recuerda que no hay nada que no se pueda arreglar, que no tenga solución, nada que sepas que no pueda saberse, ¿Te suena?
Cuando sientas que no sabes algo, o que tienes algo que sabes, pero que no se lo puedes contar a los demás, piensa, mira para adentro y busca una solución muy sencilla, te falta amor, necesitas alguien que te apoye, que te ayude, que te dé sabios consejos, que te abrace, que te dé su cariño y su tiempo, que es un bien escaso en estos tiempos.
Recuerda, no hay tiempo que perder, parece que ya lo hemos visto todo, que no hay nada que podamos hacer ya para ayudarnos, que algún día cercano, una guerra acabará por todos nosotros, y si no, una ola gigante encomendada por un Dios, nos ahogará, si sientes esto, busca una solución muy sencilla, todo lo que necesitas es Amor. Si sientes que eres de ninguna parte, pero de todas al mismo tiempo, que vas dejando trozos de tu alma, pero no te corresponden, piensa, algo estás haciendo mal. La próxima vez que te ocurra, busca amor donde sea, debajo de las piedras, encuéntralo y no lo sueltes, sácale el jugo todo lo que puedas, empápate de todo el amor, de ese sentimiento ciego que nos rodea y que no sabemos ver, el que nos atonta, nos emboba, la que nos hace ver colores donde antes habían sombras, la fuerza que nos saca de todos los apuros inimaginables, la que nos da esa fuerza para llegar a la meta y emocionarnos, y llorar como niños, y sentir que todos somos hermanos. Hace falta amor en tu interior.
Todo nace dentro de nosotros, lo cual emitimos al exterior, ese es el amor que falta, ese es el amor que todos necesitamos encontrar, nuestro maná, nuestro santo grial, sin embargo, nuestra fuerza se puede debilitar, nuestra luz se puede apagar, porque todo lo que recibimos de afuera, nos puede cambiar nuestro sino, nuestra alma, nuestras ideas, debemos ser fuertes de conciencia, de sentimientos, saber, ver y sentir nuestras luces y colores, dicho de otra forma, encontrar dentro lo que buscamos fuera.
¿Qué sentimientos dan esa fuerza? EL AMOR. Por lo tanto, querido mortal, necesitamos amor, el amor que todos llevamos dentro, aparca la crisis, la ansiedad, aparca la mochila de preocupaciones, entiérrala bajo siete llaves, y busca el amor dentro de ti, cierra los ojos, observa detenidamente a la mujer/hombre, que quieres que te abrace, y abrázala tú primero, que por ti no falte. Verás como todo cambia alrededor. Nos hace falta el amor que todos llevamos dentro. Si consigo que todas las personas que lean este artículo se den un abrazo y/o un beso, habré logrado más que si lo vendo a un periódico o una revista. Por mucho dinero, la crisis demuestra que falta amor, que faltan sentimientos a la hora de despedir, y la solución es compartir todos un poco de lo que llevamos dentro. Amor, amistad, cariño, besos, abrazos. Maltratador, recuerda que ella ayer te quería. Recuerda la última vez que se lo dijiste. O mejor, que se lo demostraste, hazlo, juégate la última carta a un perdón. En momentos así, solo necesitas amor. Compartamos un poco. PAZ Y AMOR…
…All you need is love, love
Love is all you need.