Si encontramos oposición en lo que hacemos o deseamos hacer es porque estamos haciendo ¨ruido¨, cuando no hacemos ruido…no pasa nada, no hay quien nos moleste, no hay a quien le caigan mal nuestras palabras, ni quien quiera brindarnos un consejo totalmente insolicitado (nótese la palabra INSOLICITADO).
Recientemente vi en internet una taza a la venta con la siguiente frase: ¨No molestes a un escritor, porque te pondrá en alguna de sus historias y te matarᨠy me pareció genial y graciosa (estoy a punto de pedir esa taza). Es importante tener la medida justa de seguridad en lo que decimos y hacemos mezclado con un poco de sentido común y humildad. No podemos pasar por la vida creyendo que siempre tenemos la razón (bueno si podemos, pero seguro que más de alguien nos golpeará o en el mejor de los casos nos insultará ;) ). Me refiero a saber que cuando vamos por el camino correcto y hemos tomado decisiones basándonos en lo verdaderamente importante en nuestra vida no importa si a alguien le molesta. No tenemos porqué dar explicaciones, solamente a los más cercanos…quienes realmente nos conocen y cuyo interés no tiene motivos ocultos.
Me parece sumamente gracioso que haya personas – líderes, jefes o padres – que crean que porque no estamos más bajo su autoridad tengamos que suspender nuestra vida, nuestras actividades y aún nuestro respirar porque no hicimos lo que querían.
Los que tenemos hijos pequeños comprendemos bien que aunque nos gustaría que hicieran todo tal y como se les manda, estos niños de ahora vienen tan determinados y saben muy bien lo que quieren que no es fácil hacerlos comprender que por su bien es mejor que hagan lo que les decimos; les tenemos que dar razones lógicas para que lo hagan, sino…no lo harán porque para ellos no tiene sentido.
Con mis amigas de la niñez-adolescencia hemos conversado porqué nos acostumbramos a decir siempre lo que pensamos incluso a expresar nuestro desacuerdo con las cosas. Tiene mucho que ver con el hogar en algunos casos y con haber tenido un líder espiritual bastante inteligente que nos decía que no le creyéramos ciegamente todo sino que evaluáramos lo que nos enseñaba y nos motivaba constantemente a buscar la verdad y a tener criterio propio ya que no le interesaba tener gente-robot, sino gente pensante.
Aclarando: No estoy en desacuerdo con las iglesias, los líderes, los jefes, los padres, las reglas, los consejos, las normas, los niños, etc…estoy en total desacuerdo en que nos callemos cuando algo no nos parece bien, que permitamos que otros decidan por nosotros, que vivamos solo para quedar bien con personas que solamente tienen motivos personales aunque lo hagan ver como una causa noble, y que dejemos de lado nuestro propio criterio. Yo misma tengo que hacer algunos (o muchos) cambios aquí y allá. Construyamos y compartamos nuestro criterio, a través de nuestras palabras, nuestro diario vivir y nuestra forma de expresarnos al mundo. Si lo que estamos haciendo provoca ¨ruido¨ es mejor alegrarnos que enojarnos porque quiere decir que estamos provocando reacciones.