Alto Carmona 2015

Volvemos con esta entrada un poco a lo más cercano, un poco volver a casa, a los vinos del Arlanza, por los que siento una especial relación. Son incontables las veces que he hablado con Asunción Barbadillo sobre sus vinos, y sobre los detalles de esta pequeña Denominación de Origen entre Burgos y Palencia, de cuyo Consejo Regulador forma parte. Asunción siempre me hablaba de los inicios de la bodega, de como su padre, Adolfo Barbadillo, ya rondando los cien años cuando esto escribo, supo jugársela plantado viñas en los años 80, en un terreno tan sumamente alto y frío, como es la zona de Lerma, totalmente entregada al cereal y a la concentración parcelaria. Al saber le llaman suerte dicen, y no dudo que él tenía muy claro el potencial de estos viñedos en altura, que son hoy una seña de identidad de la DO. Esa altura aporta, entre otras muchas cosas, una capacidad de envejecimiento espectacular y muy valorada por los que nos gusta el vino. Hoy también le preguntaría a Asunción por la calificación de la añada 2020, aunque por lo que veo, no serán los últimos. Vamos con el vino llamado Alto Carmona.

Sacado del Instagram de la bodega

El Alto Carmona 2015 está elaborado por Bodegas Monte Amán desde Castrillo Solarana, y está bajo el sello de la D.O. Arlanza. Esta bodega familiar, llevada en tándem por los hermanos Asunción y Angel Barbadillo, que siguen la estela abierta por su padre Adolfo Barbadillo, a quien va dedicado el vino que hoy os traigo. En entradas anteriores podéis encontrar más datos de esta bodega, así que voy a este vino directamente, un vino que encontré en Delicias Burgos y que no conocía. Está elaborado con uva tempranillo de sus viñedos más antiguos, plantados en vaso y espaldera, vendimiados a mano de forma tardía (lo cual en Arlanza es redundante), usando cajas de 20 kilos, a una altura que supera los 920 metros. Tiene un paso posterior por barrica de 12 meses, más otros 12 meses de reposo en botella antes de salir al mercado. Presenta un color rojo picota de capa alta, ribete atejano y lágrima densa y persistente para sus 14 voltios. Buena intensidad en nariz, fruta roja madura, se nota la vendimia tardía, cremoso, vainillas de la barrica, leves notas de tostados. En boca tiene una entrada muy amable, cuerpo medio, echo de menos algo de acidez quizás, taninos afinados, leve punto licoroso, dejando un regusto final marcado por esa fruta roja madura. Un vino que vuelve a marcar ese punto de muchos arlanzas, una extraordinaria longevidad, ya que aunque está en buen punto, lo veo un vino para guardar un par de años más sin duda. Aconsejo airear, para ayudarle a despertar. Recomendable.

(*) Fuente obligada este artículo del maestro Javier Pérez Andrés para el Diario El Mundo de Castilla y León.

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