Amaiur: una fuente de luz y de penumbra

Pienso sobre el ascenso al olimpo de la democracia de Amaiur. El partido que recoge el voto aberzale y que es el heredero de Batasuna, pero también e EU y de Eusko Alkartasuna, y que ha sido votado por 333.628 personas convirtiéndose en la fuerza más votada en Guipuzcoa (en Vizcaya ha sido el PNV, y el PP en Álava así como en Navarra). Siete diputados les aseguran grupo propio y visibilidad, fondos y capacidad de influencia en la cámara alta.La llegada, de nuevo, de la izquierda abertzale al parlamento de Madrid alberga serias causas para el optimismo pero, también, muchas para la duda o, al menos, para el pensamiento.Es evidente que el éxito electoral avala el paso dado de conseguir sus fines por medio de la política y no la violencia. Este devenir mental, psicológico y emocional ha sido elaborado como teoría política en los últimos dos años en el entorno abertzale y ahora vemos el fruto.Lo que no es tan claro es que parte de esa izquierda abertzale tenga el pedigree democrático necesario para aceptar lo que en democracia son mandamientos: aceptar la opinión del contrario, entender el consenso como herramienta básica de gestión y abominar de cualquier tipo de violencia; pasada, presente o futura, como modo de lograr las aspiraciones.Por otro lado también se aprecia en el voto un mensaje claro en favor de la paz y de que ETA deje de matar. En este sentido mucha ciudadanía se ha movilizado para dar este mensaje claro a la banda por lo que no debe ser patrimonializado como un voto abertzale independentista "puro" como se quiere vender desde Amaiur. Tampoco habría de entenderse como una vuelta a la normalización democrática tras la ley de partidos que proscribía a los abertzales más cercanos a ETA ya que en ese momento existieron partidos abertzales que sin perder sus señas de independentismo abogaba por la política como única vía. En ese momento, y como desde la restauración de la democracia ha ocurrido, realmente quien con su omnipresente y omnímodo poder violento se atribuía papel y peso en política, desvirtuándola, era ETA. Como coda Amaiur ha protagonizado casi un "sorpasso" a la hegemonía nacionalista del PNV, ensoñándose, en campaña, en algún momento y por los más afines o conspiranoicos con un lehendakari Arnaldo Otegui indultado y viviendo en Ajuria Enea.Es importante que este nuevo talante, esta nueva idea se aposente en una coalición donde conviven demócratas de toda la vida con quienes justificaban hasta hace muy poco el empleo de la violencia y aún hoy colocan a la misma altura a las víctimas y los victimarios. Pero también es importante pensar que la democracia no puede consagrarse, al final, como la victoria de los que no creyeron en ella encontrando un lugar donde reivindicarse, obtener fondos y visibilidad a costa de nuestra buena voluntad y mala memoria.Ni la democracia ni el estado de derecho merece que una ETA desorientada y perdida tenga oasis en lo que siempre tuvo a su mano: recurrir a la democracia y ahora lo convierta, con conferencias bufas de por medio y equiparación de todas las víctimas en un show del olvido y de la sal en las heridas guardándose siempre, la carta en la manga de volver a los "hierros".Sería triste que el proceso de elección de los ciudadanos, las elecciones, con todos sus problemas, crisis, corrupciones y descréditos solo fueran el paso intermedio de un proceso en desarrollo por parte del mundo de ETA para sus fines sin haber variado en forma y solo vindicándose en su instrumentalización de una situación de derrota objetiva.Porque hasta ahora, y nada parece indicar que no es así, este escenario de proceso viene simplemente avalado por las diferencias semánticas sobre la palabra tregua que ha manejado ETA en los últimos meses y una locuacidad verborreica como comunicado en las últimas semanas. La confirmación de que este paso de abandono de la violencia y no un trampantojo es claro: entrega de arsenales, y ponerse a disposición de la ley de todas las personas en busca por la ley.El País Vasco es más libre hoy que hace un año, pero el hecho que ha marcado esta circunstancia es la promesa, por ahora solo eso, de que ETA no va a matar, el resto es solo la consecuencia lógica de salir del escorzo terrible de evitar la amenaza de la serpiente y el hacha. Que esta normalización no se convierta en un nuevo abrazo de Vergara donde los más tengan que aceptar el enseñoreamiento en los ya bastante discutidos pasillos del Parlamento de quienes ni creen del todo en el peso de cada voto ni en lo que significa que una mayoría no piense como ellos.A cambio, y el resultado de las elecciones y sus consecuencias lo prueban, la democracia dará camino y cancha para que el pueblo, sin "sombras alargadas vigilantes", se manifieste, sin que haya que crear excepcionalidades que aturden y atufan, sin necesidad de elevar a una categoría que no les corresponde a quienes asesinaron y sin tener que pedir disculpas y perdón por lo que tiene como más grande la democracia: dar la voz a todos y asegurar el peso de la ley y la justicia en libertad a quienes conculquen los derechos. El resto, los tiempos, las formas, las maneras no será preciso prescribirlas, las leyes ya garantizan los beneficios, las redenciones aunque no las indulgencias estas no puede regalarse, prestarse o pignorarse sin méritos suficientes. Pensamientos y terrorismos agonizantes en Recuerdos del día de mañanaImagen: http://www.abc.es/elecciones/20n-2011/noticias/abci-amaiur-201111231410.htmlDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.