Amapola

Amapola

Planta medicinal muy popular que crece en los campos de toda España y se utiliza desde siempre contra las afecciones respiratorias, para facilitar el sueño a personas adultas y también a los niños.

Otras denominaciones

Conocida también en castellano como ababol y flor de chivo, en catalán se le denomina rosella y ababolera. En euskera recibe, entre otros, los nombres de lobelarr y mikelete.

Aspecto

Nace muy abundante entre las mieses durante el mes de septiembre, y sus esbeltos tallos terminan en un capullo que contiene cuatro pétalos blangos arriguados, "monjas", que mudan después hacia un color rojo escarlata, "frailes", dando origen a una espléndida flor que muere en el día. Al caer los pétalos, permanece la cápsula con sus frutos tapada por un sombrerito u opérculo, conteniendo en su interior numerosas semillas cargadas de aceite.

Cualidades

Pese a la creencia popular, la amapola no contiene morfina como la adormidera (Papaverum somniferum) aunque sí otros alcaloides. Los pétalos y las cápsulas se emplean en tisana o jarabe para la tos intensa, así como para facilitar un sueño apacible en las personas que padecen insomnio. La tisana se prepara echando un pellizco de pétalos de amapola en una taza de agua hirviendo. El jarabe se elabora con 10 gr. de pétalos secos y 170 gr de agua hirviendo, dejando reposar esta infusión durante cinco minutos y colándola después. Entonces se añaden 340 gr. de azúcar, y se toma en dosis de una o dos cucharadas soperas al día.

Amapola o ababol

Como tranquilizante suave para los niños puede prepararse una cocción (cinco minutos) con dos o tres cápsulas en un cuarto de litro de agua; una vez cocido, se cuela y se mezcla media tacita con azúcar o leche caliente, tomándola al acostarse. Las personas adultas podrán tomar una tacita de tamaño café. Para los amantes de las mezclas, es muy recomendable la fórmula conocida como "las cuatro flores pectorales": flor de malva (Malva silvestris), pie de gato (Antennaria dioica), tusígalo (Tussigalo farfara) y pétalos de amapola, a partes iguales.

Recolección

Se recolectan los pétalos en las primeras horas de la mañana, cuando las flores están abiertas dejándolos secar extendidos a la sombra. Las cápsulas han de recogerse cuando aún estén verdes, secándolos igual que los pétalos. Una vez secos, deben ser conservados en un tarro de vidrio bien cerrado o en un saquito.