Revista Arte
Lewis, en Los cuatro amores (1960), se queja de que en nuestra época poca gente escriba, hable, piense acerca de la amistad. Apunta que en otras épocas era considerada un requisito imprescindible para la felicidad. De ahí que fuera alabada y exaltada por Cicerón en De amicitia o por Aristóteles en la Ética a Nicómaco. Respecto de esta última obra alguien me hacia notar que allí se habla de la amistad como una virtud, es decir, un hábito en el que se puede avanzar sin miedo a llegar al límite y que nos perfecciona cuanto más profundicemos.
Y, sin embargo, ahora, podíamos continuar con Lewis, se banaliza la amistad y se exalta -de manera no poco ingenua- el eros, siendo difícil descubrir la caridad. ¿Es así? ¿Qué es la amistad? De momento dejo dos de sus frases para tener por dónde empezar a dar vueltas:
"La amistad saca al hombre del colectivo 'todos juntos' con tanta fuerza como puede hacerlo la soledad y aún más peligrosamente porque los saca de dos en dos o de tres en tres".
"La verdadera amistad es el menos celoso de los amores. Dos amigos se sienten felices cuando se les une un tercero, y tres cuando se les une un cuarto, siempre que el recién llegado esté cualificado para ser un verdadero amigo. Pueden entonces decir, como dicen las ánimas benditas en el Dante, «Aquí llega uno que aumentará nuestro amor»; por- que en este amor «compartir no es quitar»".