Los triángulos amorosos son todo un clásico en la literatura juvenil. Hemos llegado a un punto en el que si no nos topamos con uno, hasta nos sorprendemos. Un punto en el que sonreímos cuando vemos que la chica tiene donde elegir, cuando encontramos que, de repente, aparece un segundo chico para competir por ella. A veces nos hace gracia, en ocasiones nos dan ganas de tirarnos de los pelos, y a menudo sale a flote nuestra vena irónica: “ajá, ya estaba faltando el tercero en discordia”.
Pero este artículo no va a tratar sobre los famosos triángulos amorosos, sino que intentaré ir un poco más allá y dejar aparte esos casos en los que la chica simplemente tiene varios chicos donde elegir y, o bien no sabe qué hacer, o bien tiene claro que su gran amor es uno de ellos. Este artículo se va a centrar en casos más peliagudos, en esos en los que el protagonista (en la mayoría de los casos mujer), no solo tiene donde escoger, sino que está enamorado de sus dos pretendientes… ¡de los dos! Para ello, me valdré de dos ejemplos.
Por un lado, la serie Memorias de Idhún, de Laura Gallego. Victoria es muy afortunada, ya que tiene a dos chicos que beben los vientos por ella: Jack y Kirtash. En este caso, no obstante, ella también se siente atraída por los dos, y aprovecha para turnárselos. Durante los libros, la relación de los tres personajes es muy complicada, ya que ellos se niegan a comprender que la chica a la que quieren esté enamorada de ambos. No obstante, al final logran aceptar que Victoria no elegirá entre ellos. Este ejemplo, llevado hasta el extremo, nos muestra un triángulo amoroso en el que, al final, el amor triunfa a dos bandas, pues Victoria no tiene por qué decantarse por uno si tiene la posibilidad de tenerlos a los dos.
Por otro lado, la trilogía Juntos, de Ally Condie. Si ya en los libros primero y segundo la autora nos introducía un posible triángulo amoroso entre Cassia, Ky y Xander, en el tercero, Liberación, editado en España recientemente, lo reafirma enamorando a Cassia de los dos chicos. En este ejemplo, sin embargo, ella sabe a quién elegir desde el principio, no lo duda, pero en todo momento confiesa el hecho de quererlos a los dos, de amarlos a los dos, pues aunque Ky es su preferido, afirma la posibilidad de querer a Xander más que a nadie en el mundo. Por otro lado, en esta misma serie, hay otro ejemplo más de amor a dos bandas en Ky, que no duda de su amor por Cassia, pero que también admite sentir algo muy fuerte por otra chica, Indie.
Este tipo de libros suele dejarnos una sensación agria, porque al final la chica debe escoger (no está tan claro en casos como Memorias de Idhún), y siempre hay alguien que sale malparado. No obstante, me planteo las siguientes preguntas: ¿puede realmente alguien amar a dos personas distintas?, ¿es amor de verdad o puro encaprichamiento?, ¿es indecisión, duda?, ¿existe el amor a dos bandas?