Sobre el rellano de las lunas hallarás todos los adioses No era el amor cuando, al llevarme a tus suburbios, allí dejaste tus pasos en los arenales. no, no era el amor, era un traspasar las formas Tumbado sobre las piedras de un hogar ni miedo alguno te obligó a correr hacia los grandes bosques. has deslizado tus tripas de agua Quieto en un rincón de la noche, en esta playa, todos vuelven. sobre la vibración sin control de una tierra angustiada Si nada dices las palabras se borran y tarde, muy tarde, bailan y bailan… y todo es energía que te perfora cuando te incorporas ¿Qué decías? ¿Los pájaros no cantan? La gente pasa… y eres tronco en brasa, la hoja que se enlaza haciéndome Espera, espera, no tengas prisa, que el barco se marcha. jardín húmedo y cerrado. Se alza el tronco, lo veo Quédate esta noche, examina el reflejo de tu imagen. inalcanzable, mirando majestuosa es la negra noche herida Y te has quedado en otro paralelo tumbado en el suelo desconocido para ti, despierto y dormido, desencadenado, echado sobre un lecho de estrellas.
Amor a dos voces