Revista Cultura y Ocio
¿Será la brisa navideña que sopla en los corazones de la gente? Porque esta historia no sólo es digna del ambiente de las fiestas, sino también de la imaginación de unos cuantos grandes autores (bien podría imaginar a Restif de la Bretonne, o aún a Jorge Franco, inventándola); pero esta vez la realidad le ganó a la creatividad, y es realmente como para llevarse el pañuelo a los ojos (y, de paso, echar una sonrisa). Cuando recién leí esta historia, no pude pensar sino en ponerla por aquí y comentarla de paso. ¿Alguno de ustedes, lectores míos, ha oído hablar del concurso de "Parejitas Libres"? Es una de las mejores reacciones que han habido en España para hacer frente a la crisis, con mucha imaginación y muchas agallas, generando una posibilidad laboral "especial". Este es el business: para participar, una chica debe preparar una cámara oculta y luego, "hacerse" (léase joderse, tirarse, follarse) a un sujeto completamente desenterado de lo que se le viene. Algo clásico del porno: repartidor de pizzas, el que viene a reparar las tuberías o la refri, un cartero... todo sirve. Es un ingreso por puertas de oro al buen viejo negocio de la pornografía, tan incomprendido pero tan sublime. Y este contexto es el que ha permitido historias como la que sigue, que copio literalmente: "Pensaréis que se trata de una montaje, pero no. Somos Aitzi y Aguir de Bilbao, madre e hija que compartimos todo, novios incluídos. Y no sólo novios, hemos hecho tríos y en momentos de calentón nos tocamos entre nosotras (todo lo hacemos como podéis ver en familia). La cosa está muy mal, yo me he quedado sin trabajo y hemos decidido que vamos a ser la primera madre e hija porno en España, para ello hemos aprovechado el concurso de las cámaras ocultas de Parejitas Libres. Hemos escondido una cámara y nos hemos marcado un trío con un repartidor, qué venía a traernos una bici. A ver que os parece!" Oigan, ¿pero es que acaso soy el único que piensa que esta es una verdadera maravilla de historia? Realmente enternece. Y no dudo que, con este espíritu, Aitzi y Aguir van a marcar un tanto en el negocio. Porque madre solo hay una, y si no puedes contar con tu familia entonces con quién, y todas esas cosas que, en este caso, tienen tantos nuevos significados.... Es una de los mejores ejemplos de cómo se prende fuego a un tabú, además. Por todo esto y por tantas cosas más, levanto mi copa y echo un brindis navideño por estas dos actrices que saben lo que vale el amor de familia. Y lo saben bien: demasiado bien.
Por cierto, que pueden ver el video de Aitzi y Aguir vía Orgasmatrix, a la que pueden acceder desde aquí. Sólo busquen en la lista de blogs que está a un lado.