Análisis: Pro Evolution Soccer 2015

La imagen del deporte rey, defenestrada por Konami en la anterior generación, ya en las últimas coletadas de la misma dio un atisbo de mejoría, seguía de capa caída, pero esta vez sí, se barruntaba un cambio.

Ha hecho falta un cambio generacional, no hablamos de que ahora de golpe y porrazo cambien las tornas, la competencia se había hecho con toda la cuota de mercado, y será algo que cueste escalar para la compañía nipona, pero ya se va visualizando lo que de verdad puede dar esta saga que resucita de entre los muertos para lavar de nuevo su imagen, y que sin duda se va viendo lo que han sido capaces de realizar con el FOX engine.

VIVIENDO A LA SOMBRA, HASTA AHORA

Lo que un día nos arrebataron, esa esencia pura de fútbol en la generación de los 128 Bits, fue mancillada en la anterior justamente a la que nos encontramos. Si somos objetivos a la hora de hablar, el título futbolero por excelencia de Konami era prácticamente perfecto, no faltaba ni un detalle para que tuviésemos la mejor experiencia de este deporte en nuestros televisores, de tubo por aquellos entonces. Una libertad de acción total, podíamos emular a nuestras estrellas de una manera bastante decente para la época que corría.

Posteriormente a la salida de Pro Evolution Soccer 6 comenzamos a notar todo lo contado en el párrafo anterior, el juego a cada entrega iba empeorando a niveles estratosféricos. Además, su competidor directo no solo iba mejorando, cuando llego FIFA 09 se vistió de muerte con su guadaña, y se llevo por delante a Pro Evolution Soccer. Cuando se analiza un juego se habla exclusivamente de ese juego, pero en esta ocasión tenemos que hacer una excepción, la historia de Pro Evolution Soccer en la generación pasada es la que es en consecuencia del éxito abrumador que supuso FIFA.

Entrar en el terreno de juego con el título de Konami era una odisea, la jugabilidad se había atrofiado hasta límites insospechados, en ocasiones se hacía caótico, y una faceta tan sumamente importante en un juego deportivo como lo es el multijugador, estaba completamente olvidada, era un chiste. Las físicas del balón eran completamente inverosímiles, los movimientos del jugador eran ridículos, la velocidad de juego estaba descompensada, un juego sin alma, no transmitía nada.

Quizás leyendo estás líneas parezca que en Generación Pixel  no caiga en gracia la saga futbolera analizada, pero nada más lejos de la realidad, a cualquier amante del fútbol y los videojuegos le dolió lo sucedido, a unos los acogió EA Sports, otros se resignaron a lo que había y otros se olvidaron del fútbol una temporada larga.

LA MAGIA DEL FUTBOL

Tras haber puesto un poco en antecedentes a nuestros lectores, la gran mayoría de ellos conocedores de la historia pero que nunca está de más refrescarla, ahora toca el turno de la situación actual, como se da Pro Evolution Soccer 2015, y según lo visto, que se espera de esta saga a continuación.

Entrando en el terreno de juego se va respirando otro ambiente, parece que huele hasta a césped en nuestras habitaciones, viejos atisbos de lo que eran piques entre los amigos del barrio o del instituto que tantas amistades se ha cobrado. Sin más dilación, entramos en contacto con la pelota y nos olvidamos de todo lo demás, comentaristas, puesta en escena… todo ello pasa a un segundo plano, estas sensaciones al tocar bola parecen una reminiscencia de un pasado que siempre fue mejor, de primeras todo parece positivo.

El partido continúa y parece que por fin habrá competitividad en el mercado futbolístico, y esto será muy positivo para los usuarios.

Nos encontramos un Pro cambiado, rejuvenecido y actualizado a las exigencias actuales. Un ritmo de juego perfecto, que se acelera y se relaja en consonancia del rival que tengamos delante, podemos mimar la pelota o jugar con carrileros rápidos que hagan unas contras dignas del mismísimo Mourinho. La física del balón con respecto a entregas anteriores ha evolucionado de manera inimaginable, cosa que no era difícil puesto que antes era un balón de playa Nivea. Los jugadores reaccionan de manera distintiva, cada estrella tiene su manera propia de moverse y actuar, al estilo del ID player que tan bien había implementado EA en la competencia.

En lo que respecta al mero ámbito jugable, donde esta saga ha sido tantos años demoledora y tantos años llevaba de capa caída, parece ser que está despertando de nuevo. En el final de la generación pasada, a pesar de ser uno de los peores de la saga, Pro Evolution Soccer 2014 dejaba entrever la necesidad imperiosa de un cambio, pero el motor aún suponía demasiado desafío para las máquinas antiguas, ahora con un telón de fondo mucho más poderoso han podido trabajar con más espacio y aquí se obtienen los resultados.

ESCALANDO HACIA LA GLORIA

Para competir hay que estar al máximo nivel, y para competiciones y modos tenemos un gran abanico disponible en este título.

Para comenzar, en tema de derechos, contamos con las licencias de varias competiciones de gran peso como pueda ser la UEFA Champions League, la cual nos embarca en el desafío de conseguir la orejona con el equipo que gustemos, eso sí, los equipos restantes serán todos los incluidos en la fase principal de grupos en esa temporada real, como la vida misma. Si queremos ganar la orejona con el Ludogorets lo tendremos complicado.

A partir de la máxima competición a nivel de clubes, van saliendo otras con también todos sus derechos, que no solo se refleja en los equipos, también tendremos nuestro ambiente particular y característico de cada competición a como se ven por la televisión. Los campos tendrán sus carteles publicitarios, el balón será el oficial de cada competición. Otras de las competiciones incluidas pueden ser La Europa League, La libertadores, La Champions Asiática, distintas Supercopas y como novedades la Copa y la Recopa Sudamericana.

Si observamos bien la cantidad de torneos para poder competir al máximo nivel en cada región, no tendremos cabida para el aburrimiento, pero sin duda no olvidamos el modo de juego que tantísimas horas nos hizo derrochar antaño, La Liga Máster, que poco hace falta comentar de ella, lugar donde nos montábamos equipos de ensueño en el club que eligiésemos.

Vuelven los entrenamientos a puerta cerrada, donde se habrán tirado tantas faltas como balones embarcados virtuales haya. Además contamos con el nuevo sistema  de entrenamiento, con el cuál, aparte de conseguir dominar el título a la perfección, pasaremos un rato entretenido.

Ya situándonos en lo que al multijugador se refiere, sin contar esos torneos donde a veces se llegaban a las manos en el salón de la casa de un colega, o los más pacíficos ardían por dentro de rabia, tenemos nuestro querido ámbito de juego y una sagrada conexión a internet, para poder repartir clases de destreza futbolística a todo aquel que ose interponerse en tu camino, tanto por las divisiones en línea, como poder jugar los propios torneos del juego vía on-line, y algo en definitiva en lo que no nos vamos a parar demasiado. El modo de “Clubes” también está disponible como hará ya unas cuantas entregas, pero en esta ocasión con mejores características. En su generalidad, el modo on-line de Pro Evolution Soccer 2015 da toda la vida que se le puede dar a un juego deportivo de estas características, donde tampoco hemos profundizado puesto que las conexiones, exceptuando ocasiones contadas, van lo suficientemente bien las partidas como para disfrutar este juego en su plenitud.

LA PUESTA EN MARCHA DEL FOX ENGINE

Ese aroma a césped en la habitación del que hablábamos anteriormente no es otro que el que provoca las buenas sensaciones que transmite en el mero aspecto visual el juego de Konami. En su anterior entrega se venía observando que este motor podía dar sus jugos, a pesar de que finalmente fuese un mal juego en líneas generales. Con todo ello sirvió como laboratorio de pruebas para lo que se iba a cocer más adelante.

Enfilamos la bocana de vestuarios y comenzamos a observar las caras y el detallado de los futbolistas, sus botas, el césped, todo recreado de una manera tremendamente aceptable. El parecido de las grandes estrellas es realmente asombroso, en muchas ocasiones asusta ese parecido que pasa de lo razonable a la calcomanía.

La mano de este motor no solo abarca el plano visual, también en lo técnico con el aspecto de físicas e impactos. El balón o los propios jugadores tienen ahora unas reacciones mucho más acordes a lo real, el ritmo de juego, las pausas, la forma de correr y embestir los jugadores, todo mucho más calculado y cuidado. Lo peor tratado ha sido el portero, sin llegar a realizar una estirada medio en condiciones en casi ningún tiro.

Lo que cierne al aspecto sonoro es lo que más chirría de este título, a pesar de que por fin tenga una banda sonora mucho más potable, y no es otra que la de tragarnos estos comentaristas tan malos y sin alma, triple delito si contamos con que el narrador es Carlos Martínez del Canal Plus, acompañado por uno de los mayores entendidos de este deporte desde el sofá de su casa, Julio Maldonado (Maldini).  La pura realidad en este apartado es triste, unos comentaristas bastante programados a los cuales solo le faltan decir, Real Madrid, seguido de dos puntos.

PRÓRROGA

Pues sí, llegó el momento, por fin comienza lo que parece ser algo más de competitividad en el mercado futbolístico virtual, donde antaño FIFA tenía la sartén cogida por el mango, sin cabida a luchar para mejorar y ofrecer un mejor producto, que ha ido desembocando en esto, en que Pro va despertando por momentos, y FIFA se está durmiendo en los laureles.

En líneas generales, la competencia sigue estando un punto por encima, pero debido a la cantidad de licencias, número de equipos y opciones que ofrece. Exclusivamente en lo jugable, Pro Evolution Soccer 2015 muestra un cambio radical digno de un programa televisivo, y puede ser el inicio del regreso de un gigante que nunca debió irse.

LO MEJOR

-Ritmo de juego

-Las licencias de los torneos

-Esto va pareciendo otra cosa

LO PEOR

-Porteros maniquí

-Aún sigue haciendo falta cosas por pulir

- La falta de licencias en muchos equipos principales, como por ejemplo, la liga inglesa

“Nuestra forma de valorar los juegos“