El marxismo junto con las corrientes de pensamiento anticapitalistas representadas por la izquierda institucional han dinamitado y absorbido al movimiento libertario y al anarquismo en general. Despojándolo de sus principios basicos esenciales, lo han convertido fundamentalmente en anarco-estatismo, un movimiento descabezado al ir en múltiples direcciones, sin una vía principal en la que confluyan las ideas que concreten una acción realmente efectiva que se oponga directamente al Poder.
El crecimiento ha sido uno de los anzuelos mas eficaces del Capitalismo para atraparnos. La trampa del crecimiento nos ha conducido a un circulo vicioso del que no podemos salir, al permanecer en constante movimiento debido a la inercia de las fuerzas productivas que en su día pusieron en marcha una élite (ávida de Poder) que empezó a enriquecerse acumulando Capital, y después haciéndolo a costa del trabajo de los demás, es decir, del trabajo asalariado con el amparo y protección del Estado (viejo Capitalismo) que garantizaba la acumulación de dinero y Capital por parte de los capitalistas (burguesia o nuevo Capitalismo).