Lo hemos contado en varias ocasiones, si ha habido un sector que ha resistido durante esta crisis destruyendo empleo por debajo de la media ha sido el del empleo verde. La economía verde ha podido mostrar así su fortaleza y resistir en un escenario donde parecía que todo lo relacionado con la sostenibilidad tenía los días contados en medio de la austeridad y la prioridad exclusiva por recuperar la actividad económica, demostrando que ambas cuestiones no están necesariamente reñidas. Con todo, en España aún estamos bastante lejos de los niveles de empleo verde en Europa y estos últimos años lo único que hemos hecho ha sido reducir un poco esta brecha.
Quizás por esto en los últimos meses encontramos redobladas iniciativas para impulsar y fomentar el empleo verde, algo poco habitual hace unos años, posiblemente por su capacidad para fijar población en territorios con grave riesgo de despoblación o por la transversalidad con la que aborda tanto diferentes tramos de edad como niveles de cualificación.
Uno de estos territorios donde mas se ha analizado el empleo verde, con objeto de poner en marcha iniciativas de fomento del mismo, ha sido Andalucía, de hecho en Sostenibilidad a Medida hemos desarrollado diferentes acciones tanto formativas como de desarrollo de estrategias territoriales centradas en las potencialidades del empleo y el emprendimiento verde en Andalucía. Pero podemos encontrar muchas otras como EGREJOB, centrada en empleo verde asociado a la construcción sostenible y la eficiencia energética o estudios sobre la realidad de empleo verde en Andalucía, de los por ejemplo ya hicimos un amplio resumen hace unos meses, señalando tanto los datos de 2021 sobre niveles de ocupación como perfiles profesionales del empleo en el sector ambiental.
Estrategia de Generación de Empleo Ambiental de Andalucía
El nombre es prometedor, pero lo mejor es que parece que ya está en fase muy avanzada. A tenor de lo comentado ayer por el Consejero de Medio Ambiente, “la futura Estrategia de Generación de Empleo Ambiental de Andalucía contribuirá al tránsito de la Comunidad hacía un sistema más competitivo económicamente, más justo y más saludable ambientalmente“
Entre otros aspectos , hizo público que esta Estrategia incluirá un diagnóstico del sector de la economía verde en Andalucía y definirá una propuesta de actuaciones para diversas áreas temáticas como la calidad del aire, la gestión de los recursos hídricos, la gestión de residuos y el reciclaje, las energías renovables y la eficiencia energética, la agricultura y ganadería sostenibles, la educación ambiental, la investigación, la construcción sostenible o el transporte y la movilidad sostenible, entre otros.
Sin poder entrar en mas detalle, lo cierto es que además de trabajar sobre el potencial de áreas concretas para la generación de empleo en el sector ambiental, sería importante trabajar también en la cualificación de los profesionales y desarrollar herramientas de mejora de las capacidades y habilidades, como forma de hacer encajar las demandas que puedan identificarse y la oferta existente. En ese sentido, es interesante hacer un repaso de aquellas herramientas profesionales que pueden contribuir a la mejora del desempeño de los trabajadores del sector de la economía verde.
De igual forma, es necesario que además de abordar aquellos sectores de la economía verde ya desarrollados o con un nivel de actividad notable, se plantee el fomento de aquellos nuevos yacimientos de empleo verde con potencial de ser desarrollados en Andalucía, por ejemplo los relacionados con los servicios ecosistémicos o la mitigación y adaptación al cambio climático, ambos muy relacionados con la futura Ley Andaluza de Cambio Climático que poco a poco va siguiendo su tramitación y pueden suponer un profundo cambio en el modelo económico de Andalucía, avanzando hacia una economía baja en carbono, generando nuevos recursos para las zonas rurales y las áreas protegidas e incentivando nuevos compromisos en materia de sostenibilidad corporativa, además de servir para abordar el objetivo que desde Europa se propone para cumplir con los compromisos emanados de la reciente COP21 de París y el reto que supone el cambio climático.
Por otro lado, siendo Andalucía una región donde el turismo tiene un peso económico y social muy importante, no puede olvidarse abordar las repercusiones en la sostenibilidad de la actividad turística y cómo el desarrollo de modelos de menor impacto y otras actividades pueden ser actividades generadoras de empleo verde. Algo que pese a las estrategias ya elaboradas, no parece que acabe de calar, pues seguimos teniendo un modelo turístico primordialmente depredador de territorio y recursos naturales.
En resumen, se trata de una iniciativa que puede tener un impacto notable en la economía y el empleo de Andalucía y conseguir que sostenibilidad, protección del territorio y generación de empleo y dinamización de la economía andaluza vayan de la mano. Veremos que tal se desarrolla.
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