Revista Ilustración
Adoro las sorpresas
y los tecnicismos,
libros de instrucciones equívocos,
imposibilidad para montar la mesa de IKEA
o estructurar el amor
en un primero y un segundo plato:
vino, copa y puro de postre.
Enciendo las velas de vez en cuando
porque llaman al incienso
y éste a nosotros,
nos arropa y acuna,
presos de una levedad más que soportable:
necesaria.
Hay canciones que no sé interpretar,
aprenderé en el borde opaco de esta cama,
cerca del piercing y la primavera:
la flor deslizándose junto al cerezo sin sombra
que me atrapa y me señala,
que dicta con verdadera premonición
el devenir de la sábana,
el plástico rebotando continuamente
sobre el eco de las llamadas perdidas:
vibración,
modo avión
o silencio.