Revista Ilustración
Nunca conocí el remordimiento
a tu lado,
los estados de ánimo se condensaban
en estados de Facebook
a los que premiabas con Me Gusta.
Eran buenos tiempos,
SMS, discos de rock y carreteras,
los calendarios no nos importaban
y lejos estaba la oscuridad,
nunca dijiste
winter is coming
y el blanco no significaba nada
sin fútbol televisado.
Ahora las series
descansan sobre el sofá
y se sucede la normalidad,
efímera sensación:
pantallas, anuncios pornográficos
y P2P
o las quinielas fallidas
para cerrar el domingo.
El humo envuelve mis acciones,
pero no estoy quemando nada,
solo caliento la sopa
y te abrazo bajo la manta,
para que vuelva el sol,
la luz
y se dignen a rodar
la próxima temporada.