Ángela Molina (Fotografía Doc Pastor)
Ángela Molina Tejedor (Madrid, 1955) es una actriz española con un reconocimiento internacional y una carrera consolidada a sus espaldas que abarca más de 100 películas y trabajos de renombre.
Hija del cantante y actor Antonio Molina y hermana de los también actores Miguel, Paula y Mónica Molina, comenzó sus estudios de ballet clásico, danza española y arte dramático en la Escuela Superior de Madrid. En esos años trabajó en el circo en Francia y dio clases de baile español.
Su debut cinematográfico se produjo a sus 19 años en la película No matarás (César Ardavín, 1974) gracias a un reportaje publicado en la revista Fotogramas. Sin embargo, fue en 1977 cuando se consolidó su éxito y fama internacional al protagonizar Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel, donde se descubrió como una mujer muy pasional e instintiva. A partir de entonces ha trabajado con regularidad en España, Francia e Italia, tanto en otras producciones cinematográficas como en teatro y televisión.
En la década de los 80 se produjo su transición a un cine más comprometido y elaborado; colaboró con Manuel Gutiérrez Aragón en Camada negra, El corazón del bosque, Demonios en el jardín o La mitad del cielo, películas que la encumbraron como una de las mejores actrices dramáticas españolas. Bajo las órdenes del cineasta Jaime Chavarri, Molina protagonizó A un dios desconocido, Bearn o la sala de las muñecas, El río de oro y las dos entregas de Las cosas del querer.
En el panorama internacional, la actriz ha trabajado con directores como Gillo Pontecorvo, que la dirigió en Operación Ogro (1979); Marco Bellocchio en Gli Occhi, la bocca (1982); Alain Tanner en El hombre que perdió su sombra (1991); y Ridley Scott en 1492: La conquista del paraíso (1992). Una anécdota curiosa ocurrió cuando comenzó a rodar con Bigas Luna Las edades de Lulú (1990), pero abandonó el rodaje por considerar que las escenas eran demasiado comprometidas. También en los 90 Trabajó a las órdenes de Pedro Almodóvar en Carne trémula (1997) y desde entonces es considerada una de las famosas musas del director manchego, con quien también ha colaborado en filmes como Los abrazos rotos.
La madrileña participó además en producciones televisivas, como La Bella Otero (1983) o Hermanas (1998), y probó suerte en el ámbito musical, aunque sin demasiado éxito. Debutó en el teatro en 2002 con Troya, XXI, un proyecto en el que también se implicaron el bailaor Rafael Amargo, la bailarina María Giménez y el escenógrafo Gerardo Vera. En 2005 encarnó sobre los escenarios a la seductora Mrs. Robinson en El Graduado, montaje que dirigió Andrés Lima y compartió con su hija Olivia, también actriz. Regresa tres años después al teatro con La dama del mar, bajo la dirección de Robert Wilson.
Ya con su carrera cinematográfica consolidada, protagonizó en la década del 2000 títulos como Sagitario (Vicente Molina Foix, 2001), Piedras (Ramón Salazar, 2002), Nowhere (Luis Sepúlveda, 2002), Los Borgia (Antonio Hernández, 2006) o la comedia Carne de neón, de Paco Cabezas (2011).
En los últimos años ha participado en películas como Miel de naranjas, de Imanol Uribe (2012) o la reciente Blancanieves, de Pablo Berguer (2012). También encabeza el reparto de la serie televisiva Gran Reserva desde 2010.
Ángela Molina es una espléndida y veterana actriz y por ello ha recibido numerosos galardones nacionales e internacionales a lo largo de toda su carrera. En 1985 recibió el Gran Premio de la Crítica de Nueva York y el año siguiente se convierte en la primera actriz extranjera en recibir un David di Donatello, premio otorgado por la Academia Italiana de Cine por su trabajo en Camorra: contacto en Nápoles (1986). También en 1986 consigue con la película La Mitad del Cielo la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de cine de San Sebastián y la nominación a Mejor interpretación femenina protagonista en la primera edición de los Premios Goya. La intérprete ganado además cuatro Fotogramas de Plata y ha sido nominada tres veces más a los Premios Goya, sin obtener aún este famoso galardón nacional.
En reconocimiento a su extensa carrera cinematográfica, recibió en 2002 el primer Premio Málaga otorgado en el marco del Festival de Cine Español de Málaga, y, el pasado sábado, Molina fue galardonada con la Espiga de Honor en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Una merecida distinción para una carrera robusta y afianzada.
Paula M. Sanz
Ruta 42
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