Y en la historia del rock sobre nuestras pampas el caso es similar... antes de Sandro, no había nada
Cuando nació, el 19 de agosto de 1945, sus padres quisieron ponerle Sandro, pero no se lo permitieron los funcionarios del Registro Civil. Sin embargo, el músico adoptó ese nombre como seudónimo para su carrera artística.
Durante sus estudios primarios surgió su pasión por Elvis, a quien imitó al comienzo de su carrera y en su debut, durante un acto escolar realizado el 9 de julio de 1957.
Inició sus estudios secundario, pero los abandonó para ayudar económicamente a sus padres. Trabajó en una carnicería, en una droguería, como tornero y sodero (repartidor de agua gasificada), mientras dedicaba su tiempo libre a la música.
Con el guitarrista Enrique Irigoytía formaron Los Caribes y compartieron el grupo El Trío Azul (Sánchez, Irigoytía y Agustín Mónaco).
Sandro mencionaba en algunos reportajes, que gracias al rock había logrado abandonar su vida callejera.
En 1960 inició su carrera solista, con covers de clásicos del rock en español. El 13 de septiembre de 1963 grabó su primer disco que incluía "¿A esto le llamas amor?", de Paul Anka, y en el lado B "Eres el demonio disfrazado" (Elvis).
En 1964, Sandro y Los de Fuego comenzaron a tocar en televisión y, aunque su debut fue en "Aquí la Juventud", logró popularidad en "Sábados Circulares" de Mancera.
Los tiempos en La Cueva (o la cuna del rock nacional):
Gabriel ("A todo Sandro"): ya que lo tenemos acá a Bernardo con nosotros, a ver si recuerdan alguna anécdota de aquellos tiempos de la mítica “Cueva”.
Sandro: vos sabes que seguramente Bernardo recuerda, éramos chicos blancos, muy blancos. Vos sabes que yo creo que ninguno tomaba, no pasábamos del café con leche; adentro de “La cueva” se tomaba gaseosa, al menos nosotros, y la barra nuestra era suponete Javier Martinez, el de Manal, ya Bernardo por esas épocas decía que el día que tuviera un grupo le iba a poner “Alma y vida”, y estaba Moris, Tanguito, que venía ahí con su extraña personalidad, Nebbia, en fin, toda la camada de lo que después fue el Rock and Roll argentino, el Rock Nacional, el Rock Urbano me gusta decirle mas a mí. (…) y había noches que eran maravillosas, con Bernardo, Pappo que recién entraba, alguna gente de Los Gatos, y había cosas que sonaban espectaculares!
Bernardo Baraj: mientras vos contabas todo esto, yo me acordaba que en esa época, cuando te separaste de Los de Fuego, vos estabas regenteando La cueva, estabas ahí como el dueño.
Sandro: totalmente… si La cueva la hicimos nosotros con el gordo Martinez, con nuestras manos, empapelando todo con los papeles de la tintorería de la abuela del gordo. Esa es la realidad que después muchos pseudos periodistas rockeros me negaban, como que yo iba por ahí muy de vez en cuando, o que allí yo solo guardaba mis instrumentos. Te das cuenta? Si La Cueva era mía!!! Yo tengo fotos ahí en la puerta que dice “La Cueva de Sandro” (…)
Bernardo: nosotros tocábamos con ese grupo, te acordás, con Fernando, con Cevasco, y era una banda que sonaba impresionante, que cuando vos te separaste de Los de Fuego nos convocaste a nosotros para tocar.
Sandro: claro… y trajimos a Pinchi, de La Plata y armamos el “Black Combo”, con Alberto Cevasco, Fernando Bermúdez, Eber Orlando, vos, Pinchi, Belmondo en percusión, después entró Luís Vecchio en piano que tocaba que era un fenómeno.
Bernardo: Nos divertíamos muchísimo, la verdad que era una época maravillosa!
Sandro, Miguel Abuelo, Litto Nebbia y La Balsa
"(...) Los personajes que conocí en La Cueva, por ejemplo, no se podían creer. Un día entra un tipejo, pelo enrulado, lindas facciones, ojos verdes, con la chapa de la puerta de la casa colgando en el cuello. Yo estaba en el mostrador atendiendo. Le digo: ¿qué hacés con eso? Dice: Ya estoy podrido de que me pare la cana y me pregunte dónde vivo. Era Miguel Abuelo. En esa época Charly García era menor, no entraba a la Cueva. Spinetta tampoco. Pero Litto Nebbia, por ejemplo, me cantó "La Balsa" en el guardarropas y me preguntó: ¿Y? ¿Qué te parece?
Lo miré y le dije: "Dejate de joder, Litto, con esto no pasa nada".
El 11 de abril de 1970 se convirtió en primer latino en actuar y llenar el Madison Square Garden, en Nueva York, al realizar en vivo dos recitales ante 250.000 espectadores.
En 1972 fue el primer artista en cantar en el estadio Luna Park, en Buenos Aires. En 1978 volvió a cantar en Argentina tras cinco años de ausencia, con un recital a beneficio en el Teatro Opera.
En 1991 hizo su último aporte al rock argentino al grabar "Tango 4" junto a Charly García y Pedro Aznar en el tema "Rompan todo".
En 2001, el "Gitano" -otro de los apodos con los que se hizo famoso- batió un record al presentar 42 funciones del espectáculo "El hombre de la rosa" en el Teatro Gran Rex. Tres años más tarde, editó un CD por el "Para Mamá", que fue presentado en la Biblioteca Nacional, en un acto al que asistió la cantante Mercedes Sosa.
A principios de 2005 confirmó su retiro de los escenarios por imposibilidades físicas para mantenerse en escena debido a sus problemas respiratorios.
Ese mismo año el intérprete recibió un premio Grammy Latino a la Trayectoria, galardón que otorga la Academia Latina de Música en los Estados Unidos.
Desde entonces sus contactos con el público han sido a través de entrevistas telefónicas y en conferencias de la prensa en los sanatorios privados donde estuvo internado.
En abril de 2007, el artista contrajo matrimonio por primera vez, a los 61 años, con Olga Garaventa, con quien había mantenido una relación previa de dos años.
El cantante, quien conoció a Olga cuando ella trabajaba como secretaria de un empresario teatral, tuvo la oportunidad de reconocer su amor públicamente durante un discurso de agradecimiento al ser condecorado por su trayectoria en el Senado Nacional en agosto de 2006.
Esa Mención de Honor fue instituida por el Senado para reconocer el aporte deportivo, cultural, musical, científico y artístico de personalidades del país. Entre otras personalidades destacadas de la escena nacional, la recibieron la cantante Mercedes Sosa, el ex tenista Guillermo Vilas y el humorista Roberto Fontanarrosa. La última vez que el artista grabó un tema fue con Ricardo Arjona, "Realmente no estoy tan solo", el cual está incluido en el álbum del guatemalteco, un reconocido admirador del intérprete argentino.
El Rock actual (2004)
"¿cómo ves esta época, en relación con aquella?
Ahora se me mezclan mucho las bandas. Cuando escucho algo que me gusta les tengo que preguntar a mis nietos: ¿quienes son estos? Creo que antes había más personalidad, ahora éste se parece a aquel, y el otro a éste. Hoy yo te cambio las etiquetas y te desafío a que te des cuenta de qué grupo es cada disco. Salvo los Redondos y Divididos, que son máquinas. Para mí son el top. También me gusta Memphis. Yo soy muy del blues, vengo de aquellos años.
¿Te sentís reivindicado por la escena actual del rock?
Hay ciertos gestos de reconocimiento que me han sorprendido realmente. Uno hizo lo que pudo. Cada uno de nosotros fue un pedacito del rock de Buenos Aires. Por ejemplo, yo era carne y uña con Javier Martínez, el de Manal, que me acuerdo que me decía: "QUé querés Robert? Con esta cara de bibliorato que tengo, ¿qué bola me van a dar a mí?" Era amigo de Moris.
Para mí lo verdaderamente importante que ha pasado es que se ablandó aquella cosa discriminatoria de cumbia o rock, chamamé o muñeira. Eso, gracias a Dios, desapareció. Hoy vos ves a un rockero con el Chango Spasiuk tocando el acordeón, y matan. Supongo que sobre eso se ha hecho una especie de revisionismo, en el que también entré yo".
Sandro es como la vida misma, con cada una de sus canciones podés pincelar escenas memorables. Le sugiero una cosa, y con el debido respeto, imite a Sandro como hacía en las peliculas y cante una canción ante alguna circunstancia que lo supere. Yo probé con "No me dejes... no, mi amor" y me faltaba el vaso de whisky nomás.
Y si tenés ganas de romper todo, ponete "Al calor de Sandro y los del Fuego" o bien "Atmosfera pesada" o "Un poquito ahora" dos furiosos rocanroles que están en "Quiero llenarme de ti (vibración y ritmo)".
Y siempre a la ahora del cotejo, regale una lluvia de rosas...