Había una vez un gato llamado Antifaz, vivía junto a otros gatitos en un pequeño solar cerca de la casa de Gala. Antifaz a pesar de ser un gato de la calle era muy elegante, lucía una cabellera preciosa, brillante y de colores hermosos.
Una tarde paso por su lado una joven mujer, era la dueña de Gala, un gatito naranja muy travieso y consentido, al verlo se quedo mirándolo impresionada por lo hermoso que era y le llamo Antifaz porque tenía una mancha negra alrededor de los ojos a modo de mascara. Antifaz le dijo miau y ella conmovida por su dulzura fue desde entonces todos los días a visitarlo, a darle comida, a curar sus ojos cuando tenía legañas…
Se hicieron grandes amigos, paseaban por la calle, Antifaz por el muro del solar, con sus andares distintivos y su rabo erguido, ella por la acera tocando su cabeza, hablaban y en ocasiones no lo hacían pero compartían ese silencio cómplice que solo se da entre los grandes amigos.
Un día las hadas vinieron en busca de Antifaz, ahora está en el cielo de los gatos, pero antes de irse le maulló durante el sueño más dulce y tierno que recuerda esta receta:
MARIPOSAS DE CHOCOLATE
INGREDIENTES:
125 g de margarina
125 g de azúcar glas
150 g de harina leudante
2 huevos
2 cucharadas de cacao en polvo
25 g de chocolate negro fundido
Crema de mantequilla a la naranja:
100 g de mantequilla reblandecida
225 g de azúcar glas, y un poco más para espolvorear
La ralladura de media naranja
1 cucharada de zumo de naranja
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180-200º y ponemos los moldes de papel en una bandeja para magdalenas.
En un cuenco, ponemos la margarina, el azúcar, la harina, los huevos y el cacao y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Añadimos el chocolate fundido y volvemos a batir, lo justo para que se integre en la masa.
Vertemos la mezcla a cucharadas en los moldes de papel hasta llenar las tres cuartas partes de su capacidad, la masa queda bastante compacta.
Cocemos en el horno durante unos 15 minutos o hasta que hayan subido bien.
Las ponemos en una rejilla metálica para que se enfríen.
Mientras elaboramos la crema, en un cuenco ponemos la mantequilla y la batimos hasta que este esponjosa, añadimos el azúcar poco a poco y seguimos mezclando, incorporamos finalmente la ralladura y el zumo de naranja y batimos bien hasta que se quede una crema perfecta.
Volvemos con las magdalenas que ya estarán frías, cortamos la parte superior de cada una con un cuchillo de sierra y dividimos en dos mitades. Ponemos un poco de crema sobre cada magdalena y colocamos las dos mitades encima en forma de alas. Espolvorear con azúcar glas.
Con este relato y receta participo en el CONCURSO RECETAS DE CUENTO de Pyrex
IN MEMORIAM
Por siempre en mi corazón