Esta semana anuncié que estoy liquidando la tienda de té verde japonés, Grinti. Después de casi tres años esta aventura ha llegado a su fin. Me queda preparar los últimos pedidos y revisar los papeles que tendré que guardar. Al cerrar este proyecto ganaré espacio en la estantería y tranquilidad mental. Menos es más - también a nivel de proyectos.
La decisión no la tomé de un día al otro. Desde hace meses que estoy agonizando sobre este tema, dándole vueltas, analizando ideas. La tienda fue fruto de mi pasión por el te verde japonés y de la convicción de que no soy la única con esta pasión. Nació de mi habilidad de crear páginas webs y la determinación de Steffi de encontrar el mejor proveedor posible. Demostramos a nosotras mismas y al mundo que ser diferente puede funcionar.
El hecho de que algo pueda funcionar, no significa que tengas que dedicarte a ello.
Aprendí que las posibilidades y las oportunidades no son obligaciones. El poder hacer algo tiene que compaginarse con el querer hacer algo. La clave son tus prioridades.
Dedicación - ¿cómo quieres pasar tu tiempo?
Grinti nunca fue mi actividad principal. Fue un proyecto colateral, un experimento en el mundo de la venta de productos físicos. Como tal siempre tuvo que competir con todas las demás actividades extracurriculares de mi día a día. Durante los primeros meses la novedad fue motivación suficiente. Sin embargo, a largo plazo la falta de un horario definido y de una estrategia clara acabó convirtiendo a Grinti en el proyecto huérfano de mi agenda. En la duda, hacía otra cosa.
Lo que más me apasiona de Grinti es beberlo. Escogí las tres variedades de la tienda a conciencia, para mi. Resulta que para beberlo no hace falta tienda propia. Aunque el precio es más competitivo comprando 20 kg que 5 kg, el nivel de mi consumo me permite seguir comprando al mayor - sin dedicar tiempo a la promoción y gestión de la tienda.
¿Estás dispuesta a dedicarle el tiempo necesario a tu proyecto - cada día?
Objetivos - ¿proyecto? ¿hobby? ¿trabajo?
Grinti fue un experimento. Al diseñarlo cometimos un grave error: evitamos de definir el objetivo final de este experimento. Pensábamos que al mezclar unos ingredientes más o menos predeterminados podríamos llegar a algún resultado interesante. Sin saber lo que queríamos y con los ingredientes a medias era lógico que los resultados parecían aleatorios.
Lo único realmente definido eran los productos y el diseño y el funcionamiento de la página web. No hablamos sobre cuánto queríamos ganar con esto. No hablamos sobre el tiempo que podíamos invertir. No hablamos sobre cuál era el objetivo más allá de que Valentina pudiera tener acceso a su té verde favorito.
Es difícil priorizar tareas y trazar una estrategia si ni siquiera sabes hacia donde vas. Y así pasó: paulatinamente el proyecto perdió protagonismo hasta que se quedó únicamente en hacer los envíos. No perdimos dinero ni ganamos gran cosa, más allá de la experiencia.
¿Qué resultado estás persiguiendo con tu actividad - para tu persona, tus finanzas, tu tiempo?Colaboraciones - ¿quién te apoya y cómo? ¿
Los Grintis fuimos una amiga de Alemania y yo. Aportamos los mismos fondos y dedicamos más o menos el mismo tiempo a la tienda - ella sobre todo a lo administrativo (como la certificación ecológica), yo sobre todo a lo técnico (como la pasarela de pago).
Más adelante, cuando Steffi ya había decidido dejar Grinti por falta de tiempo, vinieron otras colaboraciones. Contraté una empresa de marketing durante unos meses (que no valió la pena - por falta de visión estratégica de mi parte), colaboré con una fotógrafa y incorporé a las tazas de vuelasola en la tienda.
Todas estas colaboraciones añadieron algo a la experiencia, pero no le dieron el empujón que yo hubiera querido - porque yo no supe que era lo que quería. Al fin y al cabo Grinti era mi proyecto. Para los demás era un cliente, un proveedor, una plataforma de ventas - no un sueño hecho realidad. En el fondo lo sabía y fue mi decisión ignorar que la última responsable era yo. Lección aprendida! No es malo que los otros tengan prioridades diferentes a las tuyas, pero sí que vale la pena tomarlo en cuenta.
¿Quién te apoya en tus proyectos? ¿Y por qué? ¿Cómo puedes conseguir que se cumplan tus expectativas y también la de los demás?Estructuras - ¿qué es lo que necesitas?
¿Qué necesitas para vender té por internet? Una página web con tienda, el alta en hacienda y la seguridad social para poder facturar, la mercancía, una oficina de correos.
¿Qué es opcional, dependiendo de tu estrategia? Crear una SL, convalidar el certificado ecológico, regalar centenas de muestras a blogueras de España y Alemania...
Antes de tomar estas decisiones, lo correcto hubiera sido pararme un momento para reflexionar - y hacer la prueba:
¿Por qué creo que necesito una SL? Porque me han dicho que así será más fácil de vender a otras tiendas. ¿Realmente es así? El primer paso debería ser contactar con estas otras tiendas para saber a) si realmente les importa si eres SL o autónoma (o si valoran otras cosas como la certificación o el trato directo contigo) y b) si están interesados en tu té.
Tu estructura tiene que ajustarse a tus necesidades. Tus necesidades dependen de lo que quieres conseguir. ¿Qué quieres conseguir?Finalizando - ¿qué has aprendido?
¿He fracasado si cierro a Grinti? Prefiero pensar que he aprendido. Ha sido un experimento que me enseño muchas cosas que ahora podré utilizar en mis demás proyectos.
En enero nacieron Johann Daniel y Valentina Luisa. Tener muy claras las prioridades ahora es más importante que nunca - y una tienda sin estrategia simplemente no tiene prioridad. Así que la tienda online está en liquidación. Ya no queda mucho, y algunos paquetes me los quedaré yo para mi (y los mini grintis).
Si vives en España, pásate por la tienda. Con el código "churumbitos" te ahorrarás los costes de envío.
¿Qué proyecto no ha salido como tú lo querías? ¿Qué aprendiste de la experiencia?